Chelo Poveda La política está plagada de declaraciones rimbombantes, y a menudo, por desgracia, vacías. Nosotras también hacemos declaraciones, sin embargo, a diferencia de otros partidos, van acompañadas de hechos que son capaces de mejorar la vida de la gente. Para eso es para lo que nos hemos metido a pelear con gigantes financiados con dinero B y por lobbys interesados.
Como digo, palabras y hechos. La sociedad clamaba por una ley que permitiera la muerte digna y sin sufrimiento y con la ayuda de gente que ha dado la vida con esta reivindicación lo hemos conseguido. Mil gracias desde Ramón Sampedro hasta María José Carrasco y su marido Ángel: toda nuestra admiracion por vuestra entereza y dignidad. Dijimos, como el movimiento feminista dice, que si drogan a una mujer para violarla, es violación; que si rodean a una mujer cinco energúmenos, ella queda shock y la violan, es violación; y ahora, nuestra compañera y Ministra de Igualdad Irene Montero tramita la ley que lleva estas y otras muchas reivindicación feministas. Dijimos que hay que profundizar en los derechos LGTBI y lo estamos demostrando todos los días pese a la escalada discursiva del odio de la ultra derecha y la violencia de sus secuaces que sufrieron cuatro jóvenes en la plaza de Honduras en este último mes; violencia homófoba que asesinó al joven Samuel.
Como digo, palabras y hechos. Dijimos que había que subir el salario mínimo, y lo logramos. Quienes han pasado a cobrar 950 euros en vez de los míseros 700 que estableció el gobierno de Rajoy saben de lo que hablamos. Con 200 euros más en el bolsillo se paga mejor el alquiler o la hipoteca. Con 200 euros más en el bolsillo una familia puede comer salmón y a veces, un chuletón de esos que acostumbra a comer Pedro Sánchez. Dijimos que era necesario que todo el mundo tuviera un Ingreso Mínimo Vital y lo logramos pese a todos los palos en la rueda que ha puesto el Ministro Escrivá para que no llegue a toda esa gente que lo necesita. Dijimos que había que bajar el IVA de la energía y ya lo hemos hecho; queda por hacer, tenemos que convencer de la necesidad de una empresa pública de energía y de regular un sector estratégico. Dijimos que nadie quedaría atrás y pusimos en marcha el mayor escudo social de la historia de este país para defender a la gente, sobre todo, a la gente más humilde: Ertes, IMV, ayudas por cese de actividad a autónomos... Y todo esto haciendo frente a la mayor crisis sanitaria y económica de nuestra democracia.
Ojo, esto no va de echarnos flores, seguro que lo podemos hacer mejor y para eso seguiremos trabajando desde la primera militante hasta la Vicepresidenta Yolanda Diaz. Pero desde luego hay algo que defenderemos hasta el final: nuestra palabra se cumple, nos cueste lo que nos cueste. Porque nuestra palabra nos compromete. Como digo, palabras y hechos.
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