En Paiporta se ha tomado la misma decisión por el plazo de un año, que se utilizará para la elaboración de un estudio que regule la instalación y el uso de este tipo de inmuebles. Las últimas semanas se ha incrementado de manera considerable las solicitudes para establecer apartamentos turísticos, así como cambios de uso en los bajos comerciales para establecer este tipo de actividad y también destinar viviendas de uso familiar a vivienda turística.
El Plan General aprobado en 1998 contempla de forma generalizada el uso terciario y hotelero sin que haya una ordenanza que regula en concreto estos usos. Tal como está regulado en la actualidad se pueden implementar en inmuebles sin ningún control de número de establecimientos, que puede comportar a una saturación de los mismos y además se desconoce cuáles serían las consecuencias de convivencia entre el vecindario y los usuarios de los apartamentos por su saturación.
El concejal de Urbanismo, Obras Públicas y Territorio, Alejandro Sánchez, explica que “queremos plantear una suspensión de licencias urbanísticas de edificación, cambios de uso y actividad por un año con el fin de estudiar una regulación de estos usos y las zonas en que se puedan implantar”. Esta es una medida cautelar con el fin de poder estudiar la normativa aplicable y estudiar las posibles consecuencias que se pueden dar al no tener regulado esta actividad.
“La proximidad con la ciudad de València, la buena comunicación por el metro y la suspensión de estas licencias en la capital ha supuesto que en menos de un mes un gran incremento de solicitudes en nuestro municipio”, afirma Sánchez.
Por su parte, el pleno del Ayuntamiento de Quart de Poblet ha aprobado, por unanimidad, la propuesta del equipo de gobierno de modificar algunas normas urbanísticas del Plan General para favorecer el acceso a la vivienda. Las principales medidas adoptadas son eliminar las restricciones para que los bajos comerciales se puedan habilitar como uso residencial y prohibir los apartamentos en régimen de explotación hotelera, los llamados pisos turísticos.
Por tanto, ya no se concederán nuevas licencias, aunque las viviendas actualmente existentes no se verán afectadas por esta decisión plenaria. A diferencia de otros municipios, que han paralizado la concesión de licencias de forma cautelar, la intención del equipo de gobierno es que se convierta en definitiva cuando se cumplan todos los plazos, por lo que se ya se ha redactado la propuesta de planeamiento al efecto. Es decir, en Quart de Poblet ya no habrá más pisos turísticos que los que ya existen.
Este tipo de alojamientos provoca que haya menos viviendas destinadas a alquiler de larga estancia y, las pocas que quedan, tienen unos precios inasequibles para la mayoría de la población. Aunque actualmente el número de pisos turísticos en Quart de Poblet es escaso, la decisión de Valencia de paralizar las licencias ha provocado que el área metropolitana se convierta en foco de atracción de este negocio.
Estos pisos provocan “la gentrificación de la población, es decir, la expulsión de los vecinos y vecinas de los núcleos históricos por no poder pagar unos precios que sí pueden pagar los turistas".
Uso residencial de los bajos
La otra gran medida impulsada por el equipo de gobierno liderado por Cristina Mora, es la de eliminar las restricciones para que los bajos comerciales se puedan habilitar como uso residencial. Hasta el momento solo se permite habilitar un bajo que no colinde con un comercio para evitar los problemas de ruido que éste pudiera ocasionar a los vecinos. También al revés, es decir, una peluquería, por ejemplo, no podía ubicarse si en la misma planta si ya existe una vivienda.
Sin embargo, con las técnicas actuales, el ruido se puede solventar con aislamientos que permiten que no haya merma en las condiciones de habitabilidad, salubridad y seguridad por coincidir ambos usos.
Esta modificación del Plan General favorece, tanto al pequeño comercio como a las personas que buscan una vivienda en una planta baja. En los últimos tiempos, estas ubicaciones son muy solicitadas por las personas mayores, o con movilidad reducida, que no tienen ascensor, ni posibilidad de instalarlo, en los edificios donde viven actualmente. Por otra parte, al sacar un mayor número de propiedades al mercado, los precios tenderán a bajar.
Hay algunas calles en las que esta medida no se podrá aplicar y solo se permitirá el uso residencial en la planta baja que actualmente ya está habilitada como vivienda. Esto es así para potenciar el comercio local y preservar zonas donde los vecinos y vecinas disfruten de una mayor oferta de bienes y servicios sin tener que trasladarse a otros lugares y fomentar las tiendas de proximidad.
Las arterias que se quieren potenciar como ejes comerciales son la Avenida San Onofre, Avenida Madrid, Calle Trafalgar, Calle Primero de Mayo, Padre Jesús Fernández, Azorín, Villalba de Lugo, Joanot Martorell, Antic Regne de València, Santa Cecilia, Pizarro y algunas de las calles del nuevo Pai de Molí de Animeta como Rigoberta Menchu o Passeig Molí de Animeta.
La alcaldesa de Quart de Poblet, Cristina Mora, ha recordado que "uno de mis compromisos cuando me presenté a la alcaldía fue hacer todo lo posible para que la vivienda no sea un lujo al alcance de muy pocos. Aunque la mayoría de las medidas que se pueden adoptar traspasan nuestras competencias, sí que hay cosas que se pueden hacer y las estoy haciendo. No tenemos que olvidar que la vivienda es un derecho de todos y de todas".
La alcaldesa ha puesto como ejemplo el PAI Molí de Animeta donde el Ayuntamiento incrementó el número de viviendas destinadas a Protección Oficial por encima de lo que marca la normativa. Mientras en otros lugares solo se destina el 30%, en Quart de Poblet se exige a las constructoras que destinen el 50%.