Peladillas de Casinos. /EPDA Me acabo de enterar de la noticia que se hacen eco, no solo la redes sociales, sino muchos periódicos de España y del mundo y cual es mi sorpresa cuando leo la calificación:
“Los peores platos de la gastronomía española, según TasteAtlas
Tal y como informan en su página web, el objetivo de TasteAtlas es "promover excelentes comidas locales, infundir orgullo por los platos tradicionales y despertar la curiosidad por platos que no has probado". Pero en este ranquin se hacen eco de los 10 peores platos de la gastronomía en España:
Peladillas. Con una valoración de 2,2 sobre 5 puntos, son almendras confitadas típicas de la Comunidad Valenciana que se sirven en ocasiones navideñas y en bautizos y comuniones”.
Y ahí queda eso. Que inteligencia y que visión de futuro la de Eleuterio Usach cuando en el año 1965 escribió esta poesía que fue recitada por una Musical Infantil en el Cine Moderno:
“Que Casinos se’n du la palma
del vi i de les peladilles
del millor raïm de taula
i de les més bones bresquilles
I no cal que s’empenyen
ni en Anglaterra ni en Rússia
ni en Madagascar
Que como Casinos ni hablar!”
El 18 de marzo de 1916, Miguel Morató (erudito de Casinos de finales del siglo XIX y primeros del XX) en una de sus poesías dedicada al importante oftalmólogo de Valencia D. José Wieden Portillo que su obra escrita en 1903 estudia el "Tratamiento de la conjuntivitis granulosa por medio de la expresión”.
Con motivo de su onomástica nuestro Casinense, Morató, en una poesía nos dice lo siguiente:
"Sírvase V. aceptar este pequeño regalo
que por bueno y no por malo, tengo el gusto de ofrendar.
Constituye el presente, unas cuantas peladillas
que deben ser sabrosillas, según decir de la gente.
Son una especialidad del confitero Jarrín,
que en Valencia y su confín no tiene rivalidad.
Y un poco de vino viejo, por mi mano elaborado
con un especial cuidado para llegar a triañejo.
Soy humilde labrador, criado entre los terrones
y solo tengo aficiones, de poeta y versador.
Queda de Vd. siempre amigo, quien esta carta escribió
y a versarla se atrevió, que lo es y siempre ha sido
suyo, Miguel Morató".
Que bueno es que hablen de “uno” o de “algo” pero atreverse a decir que las PELADILLAS, engordan la lista de los diez peores platos de España, pienso que es querer darle a las Peladillas un protagonismo especial los 366 días de este año.
La PELADILLA y particularmente la de Casinos es esa esencia gloriosa, es ese néctar del cielo, o ese sabor angelical que solo está hecho de Almandra marcona y azúcar diluido en agua, consiguiendo esa esencia armónica que solo nuestros maestros artesanos saben conseguir.
Pero la PELADILLA no solo es ese bocado único, la peladilla es la llave que abre todas las puertas, la peladilla es el médico capaz de sanar la más grave enfermedad, es la mejor tarjeta de presentación ante el mundo, y la PELADILLA también es la que nos tiene que abrir las puertas del cielo. La PELADILLA ES AMOR.
Esa es la verdad, tenemos a SAN JUAN PABLO al que en el año 1993 ya lo obsequie con PELADILLAS DE CASINOS… ¡Un santo con peladillas en la mano! Un santo que cada Navidad tenía en su mesa nuestros dulces.
Y siguió la norma con Benedicto XVI, con Francisco, con la Casa Real, con Presidentes del Congreso y del Senado, con Ministros, con restauradores tan famosos como Lucio, Botin, la Taberna del Albardero y Don Luis Lezama…
Sería interminable la lista de países del mundo y restaurantes donde han disfrutado con nuestras peladillas: madres afganas en momentos difíciles, niños de la guerra exiliados en Rusia que lo hizo posible Martin Quiros Palau y en las primeras ediciones de la Feria del Dulce artesano, peladillas solidarias en el mundo carcelario, a través de Radio Luz y Pilar Ibañez, del I.S. Obreras de la Cruz.
Que nadie se equivoque las PELADILLAS DE CASINOS, son nuestra identidad e historia por algo Manuel Jarrín nos dejó ese legado que le ha dado nombre a Casinos y lo ha inmortalizado.
Y la mejor solidaridad con las Peladillas es admitir que son el mejor plato del mundo; es acercarse cualquier día cualquier hora a Casinos a probarlas, porque si de algo podemos presumir, es de ser el pueblo más dulce del mundo e instó a las AUTORIDADES VALENCIANAS a que reivindiquen nuestras Peladillas como lo que son, no un plato, sino un SOPLO DE GLORIA.
Que ocurrencias en pleno siglo XXI. La PELADILLA ES PARTE DE LA GLORIA EN LA TIERRA.
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