Restauración de la Iglesia de los Jesuitas en València. EPDACada
centímetro que se profundiza en el suelo de la Iglesia
Jesuitas Valencia
nos aporta mayor información sobre las diferentes etapas y
ampliaciones que ha sufrido el templo en sus 140 años de historia.
El
terreno que se ocultaba bajo el pavimento hidráulico del edificio
está siendo analizado a conciencia por el responsable de arqueología
del proyecto de restauración, Víctor Algarra, que nos confirma que
las últimas actuaciones han servido para poner de relevancia “datos
sólidos sobre las distintas fases de la construcción de la
iglesia”.
Entre
los hallazgos más interesantes se confirma la aparición de los
restos de las distintas fachadas, “incluso algunas estructuras de
muros de la construcción más antigua”.
La
Iglesia Jesuitas Valencia que conocemos en la actualidad es el
resultado de una obra originaria, levantada durante la década de
1880 por el arquitecto Joaquín Mª Belda Ibáñez, y dos
ampliaciones posteriores. La primera de ellas se acometió en 1915
mientras que la última ampliación del templo se realizó entre 1941
y 1943.
El
levantamiento de las baldosas de la nave central ha servido para
delimitar a la perfección tanto el espacio que ocupaba la primera
capilla del antiguo Colegio de San José, como la longitud total de
la iglesia tras la primera ampliación, en la que se añadió un
atrio y las dos naves laterales al edificio.
Los
restos que se han descubierto han servido al arqueólogo para
confirmar que la fachada original “tenía una única puerta central
que estaba flanqueada por un juego de dos pilastras por cada lado”.
Se corrobora así la información que aportan algunas fotografías
tomadas a principios del siglo XX.
Otro
aspecto curioso ha sido constatar que “parte de los materiales del
derribo de la fachada de 1915 se utilizó como nivelación del nuevo
pavimento” instalado en torno a 1943. Ahora “hemos podido
recuperar piezas decorativas del atrio, como alguna dovela de arco,
frisos decorados e incluso algún canecillo sobre el que se apoyaban
las vigas”.
Explica
Víctor Algarra que el estudio arqueológico ha descubierto más
aspectos interesantes. “A los pies de la iglesia primitiva han
aparecido los cimientos de unos muros que servirían para alojar un
coro”, señala, “incluso se aprecia un macizo de piedra sobre el
que estaría la escalera de acceso a dicho coro”. Esos muros y la
mencionada escalera tuvieron que ser demolidos para ejecutar la
ampliación de 1915.
La
intervención del suelo también ha puesto de relieve una serie de
agujeros en la parte más antigua de la nave que se utilizaron en su
momento para colocar andamios. Algunos de estos huecos están pegados
a los muros laterales y servirían para levantar dichos muros. Otros
agujeros hallados “en el centro de la nave servirían para montar
un andamio, o incluso una grúa, que se utilizaría para la
construcción de las bóvedas de la iglesia”, afirma el arqueólogo.
Si
quieres colaborar en el proyecto de restauración de la Iglesia
Jesuitas Valencia puedes hacerlo de forma muy sencilla, a través de
BIZUM, enviando tu aportación económica con el Código 02422, a
nombre de la Fundación Pedro Arrupe Compañía de Jesús, con el
Alias ‘Restauración Iglesia Jesuitas Valencia’.
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