Obras saneamiento calle Tarongers El Ayuntamiento de Puçol ha puesto en
marcha un plan para la red de saneamiento con tres grandes objetivos: mejorar el funcionamiento de la red de alcantarillado, adecuar
medioambientalmente los puntos de desbordamientos del agua de lluvia y dotarlos
de equipos de control y monitorización. Hay previstas 9 actuaciones, de las
cuales 5 serán en el casco urbano y 4 en la playa. Las dos primeras comenzaron
las obras el 3 de mayo, en las calles Tarongers (en el polígono La Murta) y
Nicolás Factor (junto al colegio Bisbe Hervàs)
La visita conjunta del Ayuntamiento,
Aguas de Valencia y Escrimar para inspeccionar las dos primeras obras de
este proyecto de adecuación medioambiental del sistema de saneamiento de Puçol,
realizada el 11 de mayo, permitió comprobar el volumen de una actuación que una
vez realizada «no se verá», porque la actuación permanecerá en gran medida bajo
el asfalto… pero sus resultados no pasarán desapercibidos.
El problema surge en las épocas de grandes lluvias, cuando se produce el desbordamiento de las
canalizaciones del agua pluvial y va a parar tanto a cauces públicos como a la red de acequias.
«Esta agua de lluvia va a
desembocar al mar, por lo que debe llegar en las mejores condiciones para
evitar la contaminación de la playa, si queremos mantener la bandera azul y una
playa de calidad», apunta la concejal Elena
Camarero. «De ahí que se haya puesto
en marcha este plan, con cinco actuaciones en el casco urbano y cuatro en la
playa, destinadas a instalar rejillas de desbaste para retener contaminantes en las fechas de lluvias
intensas».
Estas estaciones de limpieza del agua a través de rejillas tendrán además un mantenimiento continuado a través de
Aguas de Valencia, la empresa encargada del servicio de aguas en Puçol. Un
sistema de control mediante sondas
que permita comprobar en directo el estado de cada rejilla de desbaste y
proceder a su limpieza en caso necesario.
Con ello no sólo se mejora la calidad del agua vertida, sino que
se consigue reducir la cantidad de agua que llega al punto final de recogida en
el casco urbano, situado junto al Cuartel
de la Guardia Civil.
«Y ese punto, frente al
cuartel, es el que se inunda en periodos de lluvia intensa, porque allí se concentra toda
el agua de la población en un único colector, a través del cual se envía a la depuradora intermunicipal situada en La
Pobla de Farnals», continúa Elena.
Con las nueve actuaciones
se pretende separar lo máximo posible el agua pluvial, que se envía a las acequias
para que sea vertida finalmente en el mar, del agua de
la red de alcantarillado, que se envía a la depuradora intermunicipal. Además,
en este último caso, el agua ya ha sido previamente aliviada, por lo que
llega menos cantidad.
«En definitiva, una de las
primeras ventajas que vamos a comprobar es que la zona del Cuartel de la
Guardia Civil se inundará menos,
porque llegará menos agua de lluvia al colector que enlaza nuestra red con la
depuradora de La Pobla», concluye la concejal.
Las cinco actuaciones en el casco
urbano se irán realizando consecutivamente en las calles Nicolás Factor,
Tarongers, Riu Palancia, Travessera del Vallet y Mariano Amigó. Paralelamente,
también se irán acometiendo las cuatro obras en la playa: la rotonda de la plaza Assegador, la calle
Arbocer y dos actuaciones en la calle Riu Xúquer.
Esta obra global ya se planteó el pasado año, aunque se tuvo que
retrasar por distintos motivos, entre los que hay que tener en cuenta la
pandemia. Esta primavera se ha puesto por fin en marcha y se ha solicitado una subvención a la Generalitat Valenciana.
Las actuaciones hidráulicas han sido adjudicadas a la
empresa Escrimar, por un importe total
de 106.000 euros y está previsto finalizarlas en un plazo de cuatro meses.
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