El president de la Generalitat, Ximo Puig, durante la sesión de control de Les Corts. El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha afirmado este martes, preguntado por las críticas de Pablo Casado y de Pere Aragonés a los indultos a los líderes independentistas presos, que hay que intentar "tener empatía" y poner "la convivencia y la concordia" por encima de "visiones sectarias o de visiones absolutamente de parte".
Puig ha señalado a los medios de comunicación que la derecha española debería hacer "una reflexión profunda" sobre su papel en el futuro de España, pues un partido que aspira a ser Gobierno debe tener "una visión más conciliada con el conjunto de la sociedad", y el PP parece que necesite que haya una parte del país que "se sienta derrotada, y eso no ayuda".
A juicio del president, "sería bueno que por una vez en la historia reciente de la democracia" el PP desde la oposición actúe "lealmente" con el Gobierno, ya que "sería exigible" que, en temas de Estado, un partido "que se dice de Estado" apoyara al Ejecutivo, que es quien debe "pilotar estas soluciones".
Para Puig, continuar "por la vía del enfrentamiento", de los recursos, de las mesas petitorias o de las fotos de Colón no es "el camino", ya que "lo único que generan es enfrentamiento, odio", y ha destacado que la opinión pública internacional, sectores empresariales y sindicales y la propia Iglesia ven esta medida como "un avance positivo".
El president ha manifestado asimismo que la derecha española no es "homologable" en muchos aspecto a la europea, pues "satanizar" al presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, por su opinión sobre los indultos es "de una dureza, de una intolerancia, de un fanatismo que no es comprensible" para los conservadores europeos.
Puig se ha preguntado "qué le pasa a la derecha española", por qué "no es capaz de buscar puntos de encuentro", de tener "una mirada superadora del enfrentamiento", y ha alertado de que la dinámica política del PP le está llevando a "un espacio de frentismo" que solo perjudica a la concordia y la convivencia en España.
Sobre las afirmaciones del president de la Generalitat catalana de que son insuficientes los indultos, Puig ha señalado que los independentistas tienen que entender cómo es la sociedad catalana, y que cuando uno es presidente "tiene que gobernar para todos, no solo para los que te han votado, no solo para una parte de la población".
Puig ha agregado que la "obligación del reencuentro también forma parte de su agenda", porque hay que comprender que la situación actual de "un país fracturado finalmente genera unos perjuicios enormes a toda la población".
Finalmente ha reivindicado que el diálogo es intentar entender a la otra parte y que quiere "que vivamos juntos y que nos sintamos a gusto en una España plural, diversa, en la España constitucional, que habla de nacionalidades y regiones".
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