Una cantera de Riba-roja de Túria. / EPDA El pleno del Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha instado a la Generalitat a revisar las autorizaciones de emisiones concedidas a tres empresas explotadoras de canteras en el municipio, por la presencia de viviendas consolidadas a menos de 500 metros y un mayor volumen de polvo en las áreas cercanas.
En la petición, presentada a propuesta del PSPV y aprobada con el apoyo de Compromís, Esquerra Unida-Podem y el PP y la abstención de Vox, indican que las medidas correctoras en materia de calidad ambiental "no se adecuan a la realidad de cada actividad analizada".
El texto subraya que la catalogación de las autorizaciones de emisiones que se conceden a las empresas extractoras de calizas depende, en gran medida, de la distancia a los núcleos urbanos y, en este caso, en las tres canteras existen viviendas plenamente consolidadas a distancias inferiores a 500 metros, según indica el consistorio.
Además, las condiciones atmosféricas de los últimos meses han acrecentado las molestias y los inconvenientes para los vecinos de las áreas residenciales y los núcleos habitados consolidados existentes en el perímetro de las tres canteras.
La sequía, los fuertes vientos y la ausencia de medidas correctoras son algunas de las causas que explican un mayor volumen de polvo en las áreas cercanas a las tres canteras, según indica el Ayuntamiento en un comunicado.
Las peticiones se dirigen a la sección de Calidad Ambiental, dependiente de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica.
Las tres actividades de extracción de calizas –Aristaria, Corporación F. Túria y Cemex Operaciones- tienen concedidas sus licencias municipales condicionadas a la autorización de emisiones que emite el Servicio Territorial de Medi Ambient (sección de Calidad Ambiental), una condición indispensable para poder realizar su actividad.
El alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga, ha afirmado que la propuesta del pleno municipal “es el sentir general del municipio que reclama mayores medidas para evitar las molestias de unas actividades que durante tantos años han abastecido para construir muchas infraestructuras en la Comunitat Valenciana, pero es necesario un modelo de ciudad más limpio, sostenible y adecuado a la nueva realidad”.
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