Algunos cofrades de la Sang en el acto del Domingo de Ramos. / Kivi OsmaLa sociedad saguntina no habla de otra cosa. El domingo 3 de abril, 235 hombres la cofradía de la Sangre decidieron vetar el acceso a la hermandad a toda persona de género femenino. El enfado de parte de la población se deja notar día a día. Primero fueron los mensajes de decepción en redes sociales; después, los mensajes de WhatsApp, los crespones negros en los balcones para expresar la disconformidad y el dolor de parte de la ciudad ante la decisión de los hombres de la cofradía. Finalmente, todo ha acabado cristalizando en una concentración ante la Ermita de la Sang, el templo más emblemático de la cofradía, en la que participarán hombres y mujeres que están en contra de la decisión tomada por los cofrades.
La polémica está tan candente como pacífica: desde ambos lados se evitan incidentes para garantizar una Semana Santa lo más tranquila posible. Sin embargo, hoy martes, 12 de abril, a las 19h en la plaça de la Sang de Sagunt varios colectivos han convocado una concentración "por una Semana Santa inclusiva". Se reclama la "inclusión visible de las mujeres en la fiesta" y se insta a la ciudadanía colocar crespones negros en las banderolas colgadas en los balcones de la ciudad durante la Semana Santa como señal de protesta. Este lazo negro también luce en las ropas de algunas personas que están acudiendo a los actos de estos días.
Por su parte, desde el Consistorio nadie quiere abrir el fuego contra la cofradía, y mucho menos en plena Semana Santa, pero aún así hay una sensación generalizada de que la decisión de la Puríssima Sang ha hecho mucho daño a la imagen de una fiesta que el ayuntamiento se esfuerza en vender como atractivo turístico, una sensación que ha sido reforzada por el tirón de orejas que el Consell Valencià de Cultura dio a Sagunt con un comunicado en el que lamentaba la oportunidad perdida.
Y es que la decisión de la Cofradía ha colocado en una situación muy incómoda al ayuntamiento. La Concejalía de Turismo llevaba meses preparándose para la visita de La Brújula de la Comunitat Valenciana, el programa de Onda Cero en el que el consistorio confiaba para atraer el turismo después de dos años de pandemia, fue un fuerte inversión de la concejalía de Turismo para ayudar a la fiesta. Pero el contenido del programa quedó marcado por la votación que se había celebrado cuatro días antes. En el ayuntamiento nadie sabe cómo afrontar del todo la situación, y la postura general es tragarse el sapo de que en el catálogo de fotos que presentas en los certámenes turísticos salga una asociación que en pleno siglo 2022 se haya declarado abiertamente machista, y esperar que el temporal escampe.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia