Sagunt vota la disolución del Consell Agrari

El Ayuntamiento de Sagunt celebrará este martes, 29 de octubre, un pleno extraordinario para votar una propuesta que podría modificar de forma drástica la gestión de los recursos agrícolas en el municipio. El pleno abordará la disolución del Consell Local Agrari, un organismo hasta ahora autónomo encargado de gestionar tareas relacionadas con la agricultura, tales como el mantenimiento de caminos rurales y la vigilancia en zonas agrícolas. La iniciativa, impulsada por el PSOE, busca integrar al Consell dentro de la estructura organizativa del Ayuntamiento, lo que centralizaría sus funciones en la Concejalía de Agricultura.

Esta propuesta no es nueva: ya en el anterior mandato, el PSOE intentó ejecutar esta integración, pero su intención se vio frustrada por la negativa de Compromís, que entonces formaba parte del tripartito de gobierno junto al PSOE y otro grupo de izquierdas. En esta ocasión, el PSOE cuenta con mayoría simple en el hemiciclo junto con el respaldo de EU-Podem, y ha vuelto a poner sobre la mesa la disolución del Consell Agrari, justificando la medida como una estrategia para ganar eficiencia en la administración de los servicios agrícolas y optimizar los recursos públicos. Según el equipo de gobierno, la absorción del Consell en el Ayuntamiento no solo facilitaría la gestión de estos servicios, sino que también permitiría asignar más recursos a las áreas rurales del municipio, una demanda persistente en el sector.

Compromís ha mostrado una oposición tajante, calificando la disolución como una pérdida de autonomía que afectará la participación activa del sector agrícola en la toma de decisiones. Pepe Gil, portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Sagunt, ha criticado la medida y ha señalado que el PSOE "está obstinado en que este órgano deje de ser autónomo para que el sector agrícola no pueda tener voz y voto en sus propios asuntos". Además, Gil ha criticado una reciente carta enviada por la presidenta del Consell Agrari, Ana María Quesada, en la que se anunciaba la integración antes de la votación. Para Compromís, esto demuestra una actitud de "soberbia" por parte del equipo de gobierno, al asumir la aprobación de la propuesta antes del debate en el pleno.

Según la normativa actual, el Consell Agrari posee funciones específicas que abarcan el mantenimiento de infraestructuras agrarias, la vigilancia rural y la promoción de prácticas agrícolas, además de colaborar en tareas administrativas de inspección y gestión del suelo agrícola. La estructura de gobierno del Consell, que data de 1980, incluye un consejo rector y representación directa de los agricultores, permitiendo una gestión independiente del Ayuntamiento. Compromís sostiene que este modelo garantiza la autonomía y permite que los agricultores sean quienes realmente guíen las políticas que afectan su trabajo.

El equipo de gobierno defiende, no obstante, que la integración aumentará los recursos y medios disponibles, respondiendo así a peticiones históricas de diversas entidades del sector, incluida la Comunidad de Regantes de Sagunt, que ha respaldado la medida siempre que se mantengan los servicios existentes, como la Guardia Rural. 

El borrador de presupuestos municipales de 2025, presentado recientemente, contempla un incremento del 15% en el capítulo de personal, en parte destinado a gestionar las necesidades adicionales derivadas de esta integración, elevando el gasto total a 39,6 millones de euros. Según el equipo de gobierno, este ajuste asegura que las tareas del Consell continúen funcionando con una mayor dotación de recursos.

Compromís argumenta que la disolución implica un riesgo de centralización que podría alejar al sector agrícola de la toma de decisiones. Según Gil, la nueva estructura limitara la capacidad de los agricultores para decidir sobre sus propios recursos, lo que llevará a que el Consell Agrari pase de ser un organismo con capacidad ejecutiva a un simple consejo asesor. Compromís también advierte que la absorción del Consell en el consistorio podría agravar la falta de personal en otros departamentos municipales, especialmente aquellos ya sobrecargados. "La estructura autónoma permite una gestión más ágil y focalizada en las necesidades agrícolas", argumenta el grupo opositor.

La Comunidad de Regantes, aunque apoya la medida, insiste en la necesidad de mantener la seguridad en el campo y la vigilancia de los terrenos rurales durante las campañas críticas de cosecha. "La Guardia Rural es fundamental para el sector, y el nuevo esquema debe garantizar su permanencia y eficacia", señalan.