Salvador Pons. El dolor en una despedida

La muerte siempre nos sorprende, sea del modo que fuere, la muerte nunca es bien recibida, ni nunca es agradable.

Salva nos ha dejado en unas fechas que coinciden con el inicio de las fiestas patronales de Casinos que han estado marcadas este año, por el luto de la pérdida de un padre, de un esposo, de un hermano, de un amigo y de un gran músico. 

A esa realidad que define su paso por el mundo hay que añadir dos calificativos que no pueden dejarnos indiferentes: fue una buena persona caracterizada por su bondad y su responsabilidad en el trabajo.

Hasta el ultimo día de su vida, vivió abrazado a su Bombardino, pudimos compartir con el, el último concierto de la Banda UMC con motivo de la Clausura de la Semana Cultural y ese extraordinario pasacalle que nos ofrecieron els Festers con ocasión del primer día de las fiestas. 

De repente el pueblo se vistió de tristeza, la Banda UMC, enmudeció, las Charangas emitieron las notas solidarias, dolidas por el luctuoso hecho y la Sociedad Unión Musical Casinense decretó tres días de luto.

Ese fue el sentimiento de “su gente” de sus amigos, de  quienes con Salva convivieron en cada ensayo, en cada actuación a las que puntualmente siempre acudía.

El tiempo y la muerte son dos aliados que se complementan, el tiempo va pasando y cicatriza las heridas, aunque  la cicatriz de esa pérdida es costosa de cerrar.

Cuando llegó el momento del adiós, su pueblo fue tan solidario que todos acudieron a la plaza y a la Iglesia a despedirlo, su Banda de Música formó con gran respeto  para recibirlo haciendo,  soñar sus notas en sentidas marchas de procesión que lo acompañaron hasta su última morada y la impecable bandera con el crespón negro junto a la Presidenta de la Sociedad: Teresa Escriche, estuvieron presentes.

El señor cura Parroco  de Casinos, D. Enrique Saiz, junto a los dos sacerdotes hijos del pueblo: D. Joaquín Civera e Ilmo. Jesús Corbi, ofrecieron la Misa por su eterno descanso.

La gratitud de la familia, se palpó al recibir el pésame de cada uno de los asistentes, pudiendo percibir el afecto de un Casinos que no los dejó solos, acompañándolos hasta casi entrada la noche. Las flores y la camiseta de sus amigos de L,Asunt sellaron el último silencio. 

En esa estela de su despedida, nos queda el respeto, Salva se fue como el era, discreto, silencioso…  las fiestas siguen, cada día nace el sol y el mundo se renueva, cada momento es nuevo para afrontar los retos de la vida. 

Desde el AGRADECIMIENTO de toda su familia: Esposa, Hijas, Hermanas, Sobrinos, todos los que convivieron con Salva, elevando la vista al cielo, son conscientes de que la vida sigue y la memoria de Salva permanece muy presente siendo el faro que ilumine estos sentimientos.

Descansa en paz, tu recuerdo sigue vivo entre todos y da mucha fuerza a tus compañeros músicos y a los de la cuerda de metal para que suenen con dulzura y brillo esos instrumentos que acariciaste durante una vida, porque tu ausencia es motivo de presencia en esa casa de la Música de la que siempre formaste parte. 

En nombre de su Familia: ¡Gracias!