La vicealcaldesa de València, Sandra Gómez (PSPV-PSOE), durante los Desayunos de Efe en el Colegio de Abogados de Valencia. EFE/Manu Bruque Durante
los Desayunos de la Agencia EFE en el Colegio de Abogados de Valencia, Gómez se
refería así a una propuesta de la candidata del PP a la Alcaldía, María José
Catalá, y afirma que quien habla de abrir esta ciudad al mar es que "no la
conoce" y "no ha vivido nunca en ella", al tiempo que lamenta la
falta de proyecto del PP, pues todas sus propuestas, dice, "van en relación
con el proyecto de los años 90 de Rita Barberá".
"Cuando
hablan de València al mar se refieren a la ampliación de Blasco Ibáñez, que no
es otra cosa que intentar que la gente que vive en Cirilo Amorós llegue cinco
minutos antes al mar en el coche. Para mí potenciar la fachada marítima de la
ciudad de València es otra cosa", defiende.
Para
ella, es reconvertir la Marina, que los populares "olvidaron y dejaron
morir", en un espacio de innovación y de referencia social y cultural;
rehabilitar El Cabanyal; potenciar Nazaret llevando la L-10 de Metrovalencia;
que el barrio de La Malvarrosa recupere la convivencia, o acabar el PAI del
Grao que dejaron "totalmente olvidado y defenestrado como un gran
erial".
"Seguir
hablando de València al mar con las ampliaciones de avenidas es no conocer la
realidad de la ciudad y sobre todo, de tener una mirada muy pequeña sobre València",
señala.
RECUPERAR
LA CONVIVENCIA EN LA MALVARROSA
Una
de las preocupaciones de la vicealcaldesa es "poner en el centro de la
acción política los barrios de las familias trabajadoras", entre ellos el
de la Malvarrosa, donde se trabaja para recuperar la convivencia con un plan de
regeneración que se desarrollará en el primer trimestre del año.
Insiste,
"sin complejos y sin miedos", en la necesidad de derribar parte de
las casitas rosas para recuperar la convivencia. "La Malvarrosa lleva ya
muchos años con el lastre y con el castigo de tener una zona que no es de
familias vulnerables, sino que es un centro de delincuencia".
Tampoco
quiere que ese foco de delincuencia se traslade a otro lugar de la ciudad y
pide más ambición desde el punto de vista de la seguridad pública. "No me
voy a resignar a que un barrio tenga que estar condenado a la delincuencia
porque en algún sitio tiene que estar", afirma, y señala eso requiere de
la implicación del Gobierno.
ATAJAR
EL BOTELLÓN
Otra
de la preocupaciones de Gómez relacionada con la convivencia es el botellón, un
problema que, según explica, "atajará de forma efectiva" la nueva
ordenanza de convivencia que impulsa el Ayuntamiento, y que está pendiente de
un dictamen de los servicios jurídicos, no vinculante pero preceptivo, para
poder ser aprobada por la Junta de Gobierno Local.
La
nueva norma propone sanciones administrativas cuando haya una concentración de
personas que a determinadas horas estén generando ruido y alterando el descanso
de los vecinos de la zona, que, a su juicio, "debería ser casi un derecho
fundamental porque afecta a nuestro bienestar emocional y psicológico".
"En
una ciudad no se puede permitir que a las 2 o a las 3 de la madrugada haya
música o haya concentración de gente, no por la concentración de gente en sí,
sino por el ruido que provoca esa concentración en espacios
residenciales", indica.
AYUDAS
PARA COMPENSAR LOS COSTES ENERGÉTICOS
El
aumento del precio de la energía es otro de los asuntos que centran la atención
de la vicealcaldesa, quien propondrá que el presupuesto municipal para 2023
contemple ayudas a las pequeñas empresas y autónomos locales para compensar la
subida de estos precios.
Se
trata de ayudas para autónomos y pymes de menos de 10 empleados, que irán desde
un mínimo de 200 euros a un máximo de 500, con el fin de apoyar a "la
economía local" y "a la economía real", desde la familia que
tiene un bar o un restaurante en su barrio, hasta la que cuenta con una parada
en un mercado.
"No
quiere decir que sean las más vulnerables, sino familias trabajadoras, las que
conocemos como clase media, personas que tienen un trabajo pero que están
viendo que hay unas circunstancias económicas complejas y quieren un gobierno
que apueste por medidas concretas para aliviar todo este sobrecoste",
indica.
JORNADA
DE CUATRO DÍAS
Sobre
el proyecto piloto del alcalde de València, Joan Ribó, para aplicar una semana
laboral de cuatro días, cree que el cambio que realmente tiene que producirse
es en el modelo laboral y de jornadas laborales.
"Yo
prefiero trabajar 5 días y acabar a las 3 o las 5 de la tarde", asegura, y
destaca que la jornada intensiva "es la que permite conciliar y que un
padre o una madre no sienta que se está perdiendo la vida de sus hijos".
"Eso no lo apaña un día", añade.
En
materia turística, la vicealcadesa afirma que se sigue trabajando en la
ordenanza de pisos turísticos, y defiende el trabajo hecho hasta ahora en este
ámbito, que ha permitido que València sea "capital del turismo inteligente
y sostenible" y "una referencia europea por haber atajado" el
fenómeno de los apartamentos turísticos.
"Gracias
a la incompatibilidad urbanística que pusimos hace varios años esta ciudad ha atajado
radicalmente el crecimiento de este fenómeno", afirma, y considera que
València ha marcado un modelo propio, "que huye de la polarización que
existe en el turismo" entre los "abanderados de la turismofobia"
y quienes apuestan "por un modelo de turismo low cost".
En
cuanto a la tasa turística, cree que la propuesta que los grupos del Botànic
(PSPV, Compromís y Unides Podem) han llevado a Les Corts es "la mejor de
las opciones", ya que permite que cada municipio apueste por qué tipo de
tasa aplica o si no la aplica. "Entiendo que por ejemplo en Benidorm puede
ser un problema, pero en la ciudad de València no, porque es otro tipo de
turismo", matiza.
Respecto
de la ampliación del puerto de València, aboga por que la ciudad no renuncie a
tener "uno de los polos navieros más importantes de todo el mundo",
pero rechaza que el puerto "se coma la ciudad o determine la fisiología o
la calidad de vida de València". EFE
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