El sector turístico en Canarias sigue fortaleciéndose como motor principal de la economía regional. En los primeros cuatro meses del año, las islas recibieron 1.323.722 visitantes internacionales, lo que representa un incremento del 11,86 % respecto al mismo periodo del año anterior, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este avance no sería posible sin la aportación de empresarios como Santiago Santana Cazorla, quien ha jugado un papel determinante en el impulso de proyectos que integran servicios turísticos innovadores y una visión a largo plazo.
Del esfuerzo personal al emprendimiento regional, los inicios de Santiago Santana Cazorla
Santiago Santana Cazorla dio sus primeros pasos en el mundo laboral como electricista y tractorista, oficios que forjaron su carácter perseverante. Posteriormente, junto a su familia, fundó una pequeña empresa de transporte de materiales, punto de partida de un grupo empresarial que sería clave en el desarrollo del modelo turístico canario. Desde sus inicios, demostró una capacidad singular para detectar oportunidades y consolidar estructuras sólidas.
Durante la década de los 80, en un contexto de crisis económica generalizada, su grupo empresarial logró crecer gracias a una organización robusta y maquinaria propia. Asumió obras de relevancia como el Hotel Taurito Playa y el Aparthotel Lago Taurito, en el sur de Gran Canaria. Estos proyectos marcaron el inicio de una nueva etapa centrada en el turismo vacacional, aportando valor añadido al sector.
En las décadas siguientes, la compañía amplió sus actividades hacia áreas como la hostelería, la movilidad y los servicios auxiliares. A comienzos de los años 2000, el grupo inició su expansión internacional con inversiones en países como Alemania, Austria, Portugal, Turquía y Egipto. La adquisición de la cadena hotelera Aldiana consolidó su posición en el mercado turístico internacional, diversificando su actividad más allá de las fronteras españolas.
Compromiso con el entorno y visión compartida
Además de su éxito empresarial, Santiago Santana ha defendido un modelo turístico basado en el equilibrio entre desarrollo y sostenibilidad. En varias ocasiones ha señalado que el crecimiento debe estar acompañado de respeto por el entorno natural y cultural. “Es necesario cuidar a nuestros turistas y ofrecerles lo mejor, pero no podemos hacerlo solos”, ha afirmado, subrayando la necesidad de trabajar con una estrategia colaborativa entre lo público y lo privado.
Durante la etapa post-pandémica, su grupo asumió un papel protagonista en la recuperación del sector. Se centró en mejorar infraestructuras, reforzar medidas sanitarias y formar a su personal, además de promover campañas para reforzar la conectividad aérea. Estas medidas fueron esenciales para devolver la confianza a los viajeros y posicionar a Canarias como un destino moderno y fiable.
Su aportación no se limita al plano económico. Gracias a su impulso, se han renovado espacios turísticos, se han creado miles de empleos y se ha promovido una imagen innovadora y respetuosa del archipiélago. El enfoque de Santana Cazorla ha ayudado a redefinir los estándares del turismo sostenible en la región.
Una huella imborrable en el turismo canario
La trayectoria de Santiago Santana Cazorla demuestra que con visión, constancia y responsabilidad es posible transformar un territorio. Desde sus comienzos hasta convertirse en un actor clave del turismo en Canarias, su historia refleja cómo el compromiso puede generar beneficios duraderos para toda la comunidad.
Su legado se manifiesta en cada proyecto realizado, en la evolución de las zonas turísticas y en la mejora de la calidad de vida en las islas. Santiago Santana Cazorla es un ejemplo de cómo el emprendimiento orientado al bien común puede contribuir al progreso y al posicionamiento de Canarias como un destino de referencia internacional.