Concierto de Serafín Zubiri, en homenaje al eterno Nino Bravo en Sedaví./EPDA
Concierto de Serafín Zubiri, en homenaje al eterno Nino Bravo en Sedaví./EPDA
Concierto de Serafín Zubiri, en homenaje al eterno Nino Bravo en Sedaví./EPDA
Concierto de Serafín Zubiri, en homenaje al eterno Nino Bravo en Sedaví./EPDALa pasada noche del sábado 21 de septiembre, la localidad valenciana de Sedaví vivió una velada inolvidable bajo las estrellas. El esperado concierto de Serafín Zubiri, en homenaje al eterno Nino Bravo, logró superar todas las expectativas, incluso desafiando las previsiones meteorológicas que amenazaban con arruinar el espectáculo. Contra todo pronóstico, la lluvia respetó la cita y permitió que la música brillara en la abarrotada Plaza Jaume I.
A las 22:45 horas, la Plaza Jaume I se convirtió en el epicentro de la emoción. Miles de personas abarrotaron este espacio emblemático, deseosas de disfrutar de una velada única. La Zubiri's Band, compuesta por cinco talentosos músicos, acompañó al cantante pamplonés en un recorrido por los grandes éxitos del eterno Nino Bravo. El público, completamente entregado, no dudó en corear canciones atemporales como "Como todos", "Noelia", "Te quiero, te quiero", "América, América", y el mítico "Un beso y una flor", que lograron hacer vibrar a los asistentes.
Uno de los momentos más emocionantes de la noche llegó cuando, al sonar las primeras notas de "Un beso y una flor", el público encendió las linternas de sus teléfonos móviles, iluminando la plaza como si de un cielo estrellado se tratara. Al compás de la letra, se creó una atmósfera mágica:
"De día viviré pensando en tus sonrisas, de noche las estrellas me acompañarán, serás como una luz
Que alumbre mi camino, me voy pero te juro que mañana volveré..."
Las luces titilaban al ritmo de la canción, creando un espectáculo visual tan impactante como conmovedor.
Pero la emoción no terminó allí. Zubiri, en un gesto cargado de sensibilidad, dedicó la icónica canción "Libre" a todas las víctimas de las guerras actuales, rindiendo homenaje a quienes han perdido la vida en estos trágicos conflictos. Las palabras y la interpretación del artista resonaron con fuerza, tocando los corazones de todos los presentes.
Serafín Zubiri no quiso dejar pasar la oportunidad para agradecer a todos aquellos que hicieron posible esa noche memorable. Con palabras llenas de gratitud, mencionó a su equipo técnico, que trabajó sin descanso para asegurar que el sonido y la magia del concierto fueran perfectos. También dedicó unas palabras a su manager y amigo, Tony Gil, gerente de la empresa Espectáculos Gilton y vecino de Sedaví, cuyo esfuerzo fue clave para que el concierto llegara a buen puerto. La emoción de Gil era palpable, pues este evento tenía un significado muy personal para él.
El Ayuntamiento de Sedaví también recibió un cálido agradecimiento por parte del artista, quien dedicó unas palabras al alcalde José Cabanes y a la concejala de Fiestas y Cultura, Beatriz Cuesta, por haber confiado en él para formar parte de las fiestas patronales de la localidad.
Tras finalizar el concierto, Serafín Zubiri, con la cercanía que lo caracteriza, descendió del escenario junto a su manager para fotografiarse y compartir unos momentos con el público. Los asistentes, emocionados, se agolparon a su alrededor para felicitarle y llevarse un recuerdo en forma de fotografía junto al cantante. Muchos coincidieron en señalar que nunca antes habían visto la Plaza Jaume I tan llena como aquella noche y expresaron su deseo de volver a disfrutar del talento de Zubiri en futuras ocasiones.
Una noche que quedará grabada en la memoria de Sedaví, donde la música de Nino Bravo, en la poderosa voz de Serafín Zubiri, brilló con luz propia, superando incluso la amenaza de la lluvia. Un concierto que, sin duda, ha marcado un antes y un después en las celebraciones de esta querida localidad.
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