Vehículo con pulverizador en Puçol./PDA
La invasión
es propia de la climatología típica de primavera y otoño: humedad,
precipitaciones intermitentes, temperaturas frescas por la noche y calurosas
por el día. Situación acentuada este año por el confinamiento de la población y
el menor uso que se ha hecho de estas zonas limítrofes del casco urbano.
Los tratamientos contra chinches, garrapatas y milpiés se han realizado en polígono La
Murta (18 de mayo), avenida Cataluña (20 mayo), interior y exterior de Mas de
Mur (25 mayo), avenida Corts Valencianes y polígono La Murta (3 junio), Corts
Valencianes y Mas de Mur (9 junio) y, por último, Corts Valencianes y polígono
La Murta (16 junio).
«Los
tratamientos realizados consisten en la pulverización de insecticida mediante
un cañón, sobre los viales, polígonos y edificios públicos», apunta el
concejal de Sanidad, Alejandro
Sancho. «Son
tratamientos de desinfección que acaban con todos los insectos de la zona, pero
sólo pueden realizarse en espacios públicos, no en fachadas de viviendas ni en
parcelas privadas».
El problema es que la efectividad del tratamiento es
reducida si hay solares sin edificar y parcelas abandonadas por sus dueños, por
lo que es imprescindible mantenerlos en las debidas condiciones.
La clave es
prevenir, eliminando los focos de proliferación en parcelas y solares con deficiente
estado de conservación. Por ello, el Ayuntamiento ha empezado a identificar a
los propietarios de parcelas colindantes al casco urbano, a través de la
oficina agrícola municipal, para que realicen la limpieza de los mismos.
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