El pleno del Ayuntamiento de València conoce oficialmente su nueva composición tras la salida de Vox de su exportavoz Juanma Badenas y la concejala Cecilia Herrero, que pasan a ser no adscritos: EFE/Ana EscobarEl pleno del Ayuntamiento de València ha aprobado provisionalmente este martes, con los votos a favor del PP, Vox y los dos exconcejales de Vox, ahora no adscritos, y en contra del PSPV y Compromís, un voto ponderado en las comisiones permanentes, a la espera de un informe que ha aprobado pedir al Consell Jurídic Consultiu (CJC).
En el primer pleno celebrado tras la crisis interna en el grupo municipal de Vox con la salida de Juanma Badenas y Cecilia Herrero, la concejala del PP Julia Climent ha argumentado que el cambio de la proporcionalidad en las comisiones se aprueba basándose en sendos informes del secretario general del pleno y de la asesoría jurídica, y se pide el informe al CJC "por las dudas" que plantean los concejales de la oposición.
Los representantes de Compromís y el PSPV han coincidido en señalar que se trata de "una trampa antidemocrática" y que, con la nueva ponderación, "las comisiones informativas no representan la proporcionalidad del pleno".
Este martes, el pleno municipal conoce oficialmente su nueva composición tras la salida de Vox de su exportavoz Juanma Badenas y la concejala Cecilia Herrero, que pasan a ser no adscritos: Vox se queda con dos ediles, que siguen en el equipo de gobierno con los 13 concejales del PP. En la oposición Compromís tiene 9 ediles y el PSPV-PSOE, 7.
El equipo de gobierno y la oposición están enfrentados por quién tiene ahora la mayoría del voto ponderado en las comisiones municipales.
Climent ha explicado que la propuesta del gobierno establece pasar de 7 a 9 miembros en las comisiones para incorporar a los concejales no adscritos y, según el informe del secretario, los tres concejales del PP, los dos de Compromís y el del PSPV mantiene un voto por edil, mientras que el de Vox pondera por 0,50 y los dos no adscritos por 0,25.
La portavoz de Compromís, Papi Robles, ha esgrimido durante el debate que la "realidad es que intentan cambiar el resultado democrático de las urnas" porque "el PP solo es capaz de ganar haciendo trampas como en 2007", y se ha preguntado qué "prebendas" han comprometido con los concejales no adscritos para que votaran a favor del cambio de la composición y ponderación de las comisiones.
También ha cuestionado qué pasará con las votaciones mientras se espera el informe del CJC porque podrían no ser válidas si se confirma que no mantienen la proporcionalidad, y ha asegurado que se trata de "un capricho" de la alcaldesa, María José Catalá, quien a su juicio está "debilitada" y "quiere mantener el poder a cualquier precio".
La concejala del PSPV María Pérez ha asegurado que se trata de "una trampa antidemocrática" porque aprueban que "15 -los concejales del gobierno- es superior a 16 -los ediles de la oposición-" y ha añadido: "Es imposible matemáticamente y democráticamente inaceptable".
También se ha preguntado "qué pasará si el CJC dice que la proporcionalidad no se mantiene" y si el pleno tiene potestad para pedir ese informe.
Por su parte, Climent ha esgrimido que el acuerdo que traen a votación "no es nuevo" porque existen precedentes de un supuesto similar en 2018 con otro alcalde y que "se mantiene la misma proporción" que se aprobó entonces.
Como "hay concejales que plantean dudas sobre el uso voto ponderado para los no adscritos", el gobierno municipal ha propuesto una enmienda de adición que insta a pedir el informe al CJC y que establece que el acuerdo aprobado sea provisional "y pase a revisarse en función de ese dictamen".
"Vamos a aplicar la coherencia y un criterio técnico y jurídico", ha defendido.
Antes de la votación, el PSPV ha planteado presentar una moción in voce y aunque la alcaldesa, María José Catalá, ha asegurado que no se admitía porque habían tenido tiempo para presentarla en su turno de intervención y no lo han hecho pesa a conocer con anterioridad la enmienda de adición que habían presentado, finalmente ha aceptado que lo hicieran.
En la moción, Pérez ha pedido por "garantía y prudencia a la representatividad de todos" que se aprobara que cada voto valiera 1,33 para todas las personas del pleno, pero ha sido rechazada por los votos del gobierno (PP y Vox) y los concejales no adscritos.
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