Cartel de La Noche de las Velas / Foto: Ayuntamiento de TitaguasCuando el sol se esconde tras los montes del Alto Turia y el silencio empieza a colarse por las callejas de piedra, Titaguas despierta a su noche más soñada. La Noche de las Velas no es solo un evento: es un poema que arde despacio, una respiración colectiva bajo las estrellas, una promesa de belleza compartida. Una a una, las llamas se encienden como si la tierra recordara su antiguo lenguaje. Y en la penumbra cálida de miles de puntos de luz, cada rincón se transforma en un espacio íntimo donde la emoción y el arte se dan la mano.
Una noche para vivir con todos los sentidos
El sábado 26 de julio, a las 21:30 horas, tendrá lugar el encendido de las más de 30.000 velas que vestirán de magia el casco histórico de Titaguas. Pero mucho antes de que llegue ese instante inolvidable, el municipio se llenará de vida con talleres para todos los públicos, recorridos poéticos por el entorno y experiencias inmersivas como el planetario 3D y la observación astronómica con telescopios.
Entre las novedades de este año destaca la Ruta Urbana con recital de poesía en el Aula Natura, los talleres temáticos de mañana y tarde que van desde la cerámica hasta las velas de hojaldre, pasando por el reciclaje y el pintacaras, y un mercado artesanal ampliado con más puestos y ambiente, así como la inclusión de productos de la Reserva de la Biosfera del Alto Turia. La música, como siempre, acompañará el itinerario iluminado con actuaciones en directo hasta pasada la medianoche.
Un domingo para seguir celebrando
Como novedad, este 2025 la Noche de las Velas se prolonga también al domingo 27 de julio, con actividades matinales pensadas para disfrutar del ambiente festivo en familia. Habrá hinchables de agua, barras gestionadas por los clavarios y mercado artesanal hasta bien entrado el mediodía.
Además, durante todo el fin de semana se podrá visitar la exposición especial en La Casa de las Luces, inaugurada el viernes anterior como anticipo cultural del evento.
La luz que une a un pueblo
La Noche de las Velas no solo ilumina calles. Cada llama encendida en Titaguas es el reflejo de una comunidad viva, de un legado que se transmite entre generaciones y de una tierra que ha hecho de la belleza un acto colectivo. Y este 2025, más que nunca, ese resplandor quiere abrazar a quien se acerque, invitando a sentir, a mirar, a quedarse.
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