Sergio Muniesa. Hace
tres años, escribí tener la sensación de que el conflicto con
Lafarge que se había empeñado en abrir el tripartito no se había
resuelto. Habían mostrado sus verdaderas intenciones, saltándose el
contenido de un convenio, poniendo así coto peligrosamente a la
actividad de una empresa decana de nuestra ciudad y a los puestos de
trabajo que genera.
Esperábamos
más responsabilidad que actuar por puro sectarismo político, sin
tener en cuenta sus consecuencias, y cuando, además, se saltaban
todo lo acordado en un convenio entre Ayuntamiento y empresa,
aprobado por la amplia mayoría del pleno en pasadas legislaturas.
Fruto
de ese sectarismo aprobaron tres propuestas. La primera, declarar
toda la zona de Romeu paraje natural pese a que la empresa continúa
teniendo en la zona todos sus derechos mineros vigentes. La segunda,
prohibir a la empresa ser concesionaria de esos mismos derechos y, la
tercera, que informaba desfavorablemente el pliego para prorrogar su
actual ocupación, ignorando el contenido de los acuerdos alcanzados
en el convenio ya que existen intereses contrapuestos que pueden
derivar en la solicitud de responsabilidades económicas millonarias
que debería asumir el Ayuntamiento.
Esa
segunda propuesta ha sido noticia esta semana pasada en el pleno,
porque Lafarge ganó la sentencia por la que el tripartito pretendía
lograr que se le prohibiera ser concesionaria de esos derechos, y
sobre la que los propios servicios jurídicos municipales
desaconsejaban recurrirla.
Compromís,
de forma insistente y EU, los grandes defensores de los trabajadores
votaron a favor de recurrirla, mientras el Psoe se alineó, con
quienes ya dijimos en su momento que no se les podía prohibir, y
ahora una sentencia así lo remarcaba.
No
es que al socialista Darío Moreno y sus compañeros del Psoe, les
haya dado por defender el interés general. Porque ya han demostrado
en alguna otra ocasión, hacer lo contrario. Como con la sentencia
que condenaba al Ayuntamiento a pagar más de 200.000 € por la
adjudicación “a dedo” de la organización del Music Port Fest y
que decidieron no recurrir pese a contar con los informes jurídicos
que avalaban que se apelara la sentencia.
Para
unos Lafarge y recurrir es defender el interés general y no apelar
la del Music Port Fest y ahorrar dinero al Ayuntamiento, no lo es.
Todo coherencia del equipo de gobierno.
Pero
no se confundan. De nada sirve el intento de congraciarse con la
empresa y los trabajadores porque el socialista Darío Moreno y el
Psoe saben que el paraje natural ya está declarado y eso impide la
labor extractiva de la cantera y pone fecha de caducidad a la empresa
y a los puestos de trabajo, en un momento, como el actual, que agrava
la situación cuando lo que se tendría que hacer es defender nuestra
industria.
El
paraje natural que el socialista Darío Moreno aplaudió tras su
declaración incluyó espacios que el convenio excluía y que
automáticamente hace incompatible la extracción minera; y negaron
la posibilidad de abrir la zona de piñal. Encontraron la fórmula
para imposibilitar que sean concesionarios de una cantera, y sin
cantera no hay empleo, y todo esto tiene consecuencias. Como ven,
todo sigue igual.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia