Tomás Cervera, alcalde de Sot de Chera. /EPDA Tomás Cervera, nuevo alcalde de Sot de Chera, ¿cómo se siente?
Me siento muy contento, evidentemente. Por eso me presentaba, para intentar volver a impulsar nuestro pueblo, a Sot de Chera, que es un rinconcito precioso que tenemos en ese precioso rincón mayor que es La Serranía. Me siento muy contento y a la vez muy responsabilizado, porque dirigir un pueblo, aunque sea un pueblo de 400 habitantes, durante cuatro años y hacer que la bicicleta se mantenga pedaleando es una gran responsabilidad. Espero hacerlo bien.
¿Cuáles son los principales retos u objetivos de su equipo de gobierno para estos cuatro años?
Hay un gran reto principal, que es mantener ese equilibrio entre mantener esa esencia de pueblo, esas costumbres, ese modo de vida, que es el que nos hace querer tanto a nuestro pueblo, estar tan agusto aquí, con la garantía de su supervivencia. Esa garantía, en este caso, pasa por mantener un flujo turístico, gente que venga a disfrutar con nosotros, gente que venga a ayudarnos a que el pueblo tire para alante, pero a la vez que ese impacto también nos permita continuar preservando nuestro paisaje, esos valores que yo creo que son lo que hacen que la gente venga y a la vez son los que, a veces, la excesiva masificación del turismo pone en riesgo. Se trata de mantener ese equilibrio: poder ofrecer lo que somos y recibir a la mayor gente posible sin desvirtuar nuestra identidad. ¿Qué es lo que queremos hacer? Pues seguimos desarrollando nuestro modelo turístico, elevando esa calidad, intentando controlar esa cantidad y ofrecer un modelo de pueblo que la propia gente que esté aquí, en la medida de lo posible, no eche de menos cosas que por ejemplo pueda tener en una gran urbe. Y en ese camino estamos. Vamos a ver cómo lo conseguimos.
Es complicado conseguir ese equilibrio…
Los pueblos pequeños corren el riesgo de diluirse en esa gran avalancha. Además, es algo que necesitas, que te apetece y quieres ofrecer, porque yo creo que todos los vecinos quieren que la gente venga y disfrute con nosotros del entorno, de la paz, del modelo de vida rural, de esa sensación de estar en contacto con la tierra, esa forma de vivir el tiempo, sin que prácticamente sea el tiempo el que te domina, sino que tú eres el que dominas el tiempo. No te importa perder media hora mirando pasar unas nubes… Todo eso es difícil combinarlo con esa masificación que a veces nos impone el verano. Yo lo entiendo. La gente quiere escapar de las urbes y quiere disfrutar de pueblos como el nuestro, pero intentaremos organizarnos, que para eso estamos y para eso nos ha votado el pueblo. Recibiremos a la gente y a la vez intentaremos que la paz del pueblo no sea muy disturbada.
Ya tengo dos razones para ir a Sot de Chera: una para tomarme un café contigo y la segunda porque fui con 18 o 20 años y tengo ganas de volver y revivirlo…
Ya verás como el pueblo ha cambiado. Lo hemos puesto muy bonito, con las calles adoquinadas, intentando que sea un pueblo con encanto y un pueblo que sea acogedor para el que viene. A la vez, ese modelo de pueblo quiero que también, a parte de esa gente que viene, sea capaz de recibir a gente que se quiera quedar. Es el gran problema que tenemos los pueblos, la despoblación. Necesitamos gente joven, con niños, gente que apueste por un modelo de vida que no va a encontrar en la gran ciudad. Pero todo eso a su vez nos condiciona a intentar ofrecer el mayor número de servicios para que tampoco echen de menos todas esas comodidades que dejan al optar por nuestro modelo de vida.
¿Qué mejoras se necesitan en Sot de Chera, respecto a conexión a Internet o accesos, por ejemplo?
Sobre todo en el tema de infraestructuras estamos bastante bien surtidos. Hace cuatro o cinco años, se hicieron unas inversiones que llegaron casi a los 5 millones de euros en el acondicionamiento del acceso al pueblo por la CV-395. Hace unos años también se implantó la red de fibra óptica de Internet. Es decir, cualquiera que quiera venir aquí y tenga que teletrabajar o necesite una buena calidad en las comunicaciones, eso lo va a tener. Yo lo que percibo en mi pueblo es que hay un cambio de paradigma y empieza a venir más gente, que va a ser cada vez más acusado. Y estamos viéndolo. Cada vez hay más gente que apuesta por los pueblos y prioriza el vivir a tener una proyección en el trabajo, que es lo que le permitiría estar en las grandes urbes. Lo primero es vivir en un entorno como el nuestro y seguro que lo podemos arreglar para que también trabajen.
¿Hay vivienda disponible?
Ese es uno de los problemas que tenemos. El mercado de la vivienda. Este pueblo, orográficamente, es un valle pequeñito, entonces, construidas habrá unas 800 viviendas. Tampoco queremos perder nuestra fisonomía y construir mucho más, pero sí que es cierto que, para estas nuevas familias, que en un momento dado quieren venir e intentar instalarse, pues ese es un problema que se están encontrando. La mayoría son segundas residencias. En un planteamiento urbanístico que se hizo en el año 2000, se crearon una serie de PAI’s que constriñen la nueva edificación. Sí que hay un problema para modificar esos PGOU, porque a partir del año 2014, la posibilidad de que desde el pueblo se aprobara una modificación de esos planes generales de ordenación urbana se acabó y pasó a depender de Les Corts. Eso se justificaba en la cantidad de barbaridades de carácter inmobiliario que se habían hecho en muchos sitios, pero nos ha quitado autonomía a la hora de planificar nuestro propio pueblo. Queremos intentar modificar alguno de estos PAIs, teniendo en cuenta que queremos reutilizar primero las casas que tenemos, y luego un crecimiento urbano lo más sostenible posible. Dar la oportunidad de si viene alguna familia y quiere instalarse aquí, pueda permitirse comprar una vivienda y no tenga que estar en precario, de alquiler y cambiando de vivienda.
Las elecciones de junio han supuesto cambios en los gobiernos y os encontráis ya con las fiestas medio preparadas. ¿Cómo son habitualmente las fiestas en Sot de Chera?
Ten en cuenta que en el modelo de las fiestas en los pueblos, generalmente, hay una comisión de fiestas que se encarga, con el apoyo del Ayuntamiento. Pero en los pueblos pequeños lo que pasa es que como falta gente para nutrir esas comisiones, se acaba creando una comisión que, en el caso de Sot de Chera, la hacen cada dos años y el año de entremedio lo tiene que organizar el Ayuntamiento. Todo se contrata a finales del año anterior, con lo cual, las fiestas, la anterior Corporación ya nos las había dejado casi preparadas. Les hemos dado algún toque, pero fundamentalmente me preocupa la harmonía. Que todo transcurra de forma que todo el mundo se divierta, disfrute, pero intentar minimizar los problemas. Y insisto, en pueblos pequeños, disfrutar de fiestas con 3.000 personas y tener que organizar esto con los recursos que te da un Ayuntamiento de 400, a veces es complicado. Hay un problema también en cuanto a la seguridad, tenemos muy pocos recursos, lo que tenemos es la Guardia Civil, tenemos que ir a contratación de seguridad privada, etcétera. Eso es lo que más me preocupa. Lo que son las fiestas, ya está todo más o menos organizado. Además, cada año que pasa, la gente tiene más ganas de fiestas, con lo cual, las ampliamos. Antes eran del 14 al 19 y ahora empiezan el 12 y acaban el 21 de agosto.
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