El concejal José Gozalvo en la reunión con la Asociación de Vecinos Agost. EPDA La riada del 29 de octubre que castigó a los diseminados de Torrent reveló también los problemas derivados de la falta de numeración, denominación y señalización en muchos caminos y viviendas, que ha complicado que los vecinos afectados puedan solicitar las ayudas por la dana.
En este sentido, el Ayuntamiento ha elaborado un informe técnico en el que se reconoce como zona afectada, con un total de 6.570 referencias catastrales, lo que supone un importante paso adelante en el reconocimiento oficial de los daños sufridos por numerosas viviendas y parcelas del término.
De este modo, cada vecino podrá solicitar, de forma individual, el correspondiente certificado de zona afectada por la dana a través del registro de entrada del Ayuntamiento, bien de manera presencial o bien por sede electrónica, indicando expresamente la referencia catastral del inmueble o parcela para la que se solicita el certificado. Además, para agilizar el procedimiento, se recomienda que los solicitantes incluyan una dirección de correo electrónico.
Esta línea de trabajo se ha llevado a cabo con asociaciones vecinales para dar respuesta a las necesidades históricas de identificación y normalización de direcciones de las viviendas en el término municipal, entre ellas la Asociación de Vecinos Agost, con la que se celebró una reunión recientemente.
Desde la asociación se valoró muy positivamente este avance, que supone un respaldo fundamental en el proceso de justificación de daños y solicitud de ayudas tras la riada, y se reiteró el agradecimiento al consistorio por su colaboración y compromiso con los afectados.
Casuística
El Ayuntamiento ha constatado que existen diferentes casuísticas. Desde viviendas sin número oficial porque nunca se solicitó, hasta otras construcciones edificadas en parcelas con accesos independientes pero sin segregación catastral, o caminos privados abiertos entre parcelas que, a pesar de su uso consolidado, no pueden ser reconocidos como calles públicas.
También se ha detectado que algunos inmuebles figuran en catastro con datos poco útiles para el reparto postal, como referencias del tipo “Polígono 8, parcela 35”, sin equivalencia con una calle o número que puedan utilizar los servicios de mensajería o el sistema de Google Maps, entre otros.
Para abordar esta problemática, el consistorio trabaja en la unificación de criterios entre el padrón de habitantes, el catastro, y la gestión tributaria municipal, de forma que todas las bases de datos coincidan en la dirección registrada de cada contribuyente, para garantizar que la dirección fiscal, la dirección estadística y la dirección tributaria sean coherentes y útiles, tanto para el ciudadano como para los servicios públicos y privados.
También se ha hecho referencia a la necesidad de diferenciar entre el domicilio real (la vivienda o caseta donde se reside) y el domicilio fiscal (donde se reciben las notificaciones), que no siempre coinciden. Existen muchos casos en los que el titular de una vivienda paga el IBI de un inmueble en el que no reside, y por tanto solicita recibir la documentación tributaria en su residencia habitual.
Asimismo, se ha recordado que muchas zonas rústicas y diseminados disponen de buzones concentrados. Estos buzones, aunque útiles, requieren de una correcta correspondencia con la dirección registrada para evitar pérdidas de notificaciones.
De igual modo, el Ayuntamiento refuerza el callejero municipal, otorga numeraciones oficiales y consolida un sistema que permita al ciudadano tener una dirección completa, real y operativa, para permitir que los sistemas de navegación reconozcan las direcciones.
Paralelamente, reforzará la señalización vertical en caminos, cruces y accesos, lo que facilitará el reconocimiento de las ubicaciones tanto para los propios residentes como para los servicios de reparto de correos, empresas de mensajería o emergencias.
Reivindicación histórica
El concejal del Área de Urbanismo y Medio Ambiente, José Gozalvo ha manifestado que “con esta iniciativa damos respuesta a una necesidad histórica que afecta a numerosas zonas rurales y diseminadas de Torrent. La falta de numeración oficial, señalización adecuada o coincidencia entre los registros administrativos ha generado durante años problemas a los vecinos a la hora de recibir notificaciones, gestionar ayudas, entre otros".
"La DANA evidenció aún más estas carencias, y desde el Ayuntamiento hemos asumido el compromiso de poner orden mediante un trabajo técnico coordinado entre las áreas de Urbanismo, Catastro, Estadística y Padrón, Información Geográfica y Retosa, con el objetivo de lograr que todos los datos administrativos reflejen la realidad del municipio y estén al servicio de los ciudadanos”, ha añadido el concejal.
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