La joven Marta Calvo. EPDA
Jorge, el presunto asesino. EPDA “No hay derecho a esto”, “es un horror”… Eran algunas de las expresiones más repetidas ayer por los vecinos de Estivella. Acababa de confirmarse el peor desenlace en la desaparición de Marta Calvo y en su pueblo natal se respiraba un profundo dolor. Con el corazón encogido, todos recordaban a esta joven “alegre y vivaracha” a la que tantas veces habían visto jugar por las calles de esta pequeña localidad. Por la tarde, muchos de estos vecinos quisieron mostrar su condolencia y dar su apoyo a los familiares de la joven en el pleno convocado en el Ayuntamiento con un único punto en el orden del día: la condena y la respulsa más absoluta por el trágico desenlace de esta chica de 25 años. A las 18 horas de la tarde de hoy, los vecinos de Marta volverán a concentrarse a las puertas del Consistorio. Cualquier gesto es poco para arropar a sus familiares en momentos tan duros.
Cerca de ellos, con las puertas cerradas, su familia estaba viviendo el dolor en la intimidad mientras esperaban notícias del operativo de búsqueda. Solo quedaba encontrar el cuerpo de la joven. Su presunto asesinó acabada de confesar el asesinato de la joven. Jorge P. J., de 38 años, se entregó ayer en las dependencias de la Guardia Civil de Carcaixent después de estar varias semanas fugado. Allí fue donde relató el trágico final que le había dado a la joven. La asesinó y descuartizó su cuerpo arrojándolo a distintos contenedores de basura. Aunque no está confirmada que esta versión sea la real y no un intento del supuesto asesino de ganar tiempo para que se pierdan pruebas, los investigadores no perdieron ni un segundo e intesificaron una búsqueda que los llevó ayer por la tarde a la planta de residuos de Guadassuar, cuya actividad quedó suspendida mientras se comprobaba si el cadáver de Marta Calvo o restos del mismo pudieron haber llegado a estas instalaciones.
Según informaron a Efe responsables del complejo de valorización de residuos domésticos de Guadassuar, a las 12.30 horas les llegó una notificación de que por precaución se parase la planta, y añadieron: “Ha venido la policía judicial y han comprobado el procedimiento de tratamiento de los residuos”. “Si el contenedor -en el que supuestamente se depositaron partes del cuerpo de Marta Calvo Burón- ha salido de Manuel o Carcaixent debería haber llegado a este centro de valorización, donde se clasifican los restos”, según explicaron las fuentes de la planta de Guadassuar.
“Cualquier pieza mayor de nueve centímetros se detecta, de modo que es prácticamente imposible que un resto humano se haya pasado por alto”, señalaron las mismas fuentes, quienes insistieron en que esta planta es una de las más modernas de España, dado que lleva en funcionamiento apenas un año. Estas fuentes indicaron que es muy frecuente que en los restos de basura se encuentren patos, conejos u otros animales pequeños, que se detectan y se separan de la cadena de reciclaje.
El rastro de Marta
El último rastro de Marta Calvo fue un mensaje de WhatsApp con la ubicación de donde estaba que le envió a su madre a las 5.55 de la mañana del 7 de noviembre. El localizador de la aplicación de móvil señalaba la casa alquilada del sospechoso en la población de Manuel, a unos 55 kilómetros de València. Alertada por su ausencia y porque no respondía al teléfono, la madre de Marta Calvo fue a esta localidad de la comarca de La Ribera Alta y llegó a hablar con el ahora apresado, quien aseguró en ese momento que no conocía de nada a la joven.
Al poco, la madre presentó una denuncia de desaparición en las dependencias de la Guardia Civil de Alzira y el citado hombre se marchó sin dejar rastro. El municipio de l’Olleria, donde Jorge P. J tiene un piso alquilado, fue el lugar elegido para ocultarse en un primer momento, desde donde se trasladó a la localidad de El Puig de Santa Maria para quedar con un amigo, posteriormente interrogado por los encargados de la investigación, al que pidió que se deshiciera de su automóvil (en el que presuntamente pudo haber trasladado el cuerpo sin vida de la joven). La Guardia Civil lo intervino antes de que esto sucediera.
Desde es día la búsqueda de Marta Calvo ha sido incesante. Sin apenas descanso, más de 150 personas han conformado el dispositivo que ha peinado palmo a palmo toda la zona comprendida entre los pueblos de Manuel y de l’Olleria. Agentes especializados de la Guardia Civil, como los de seguridad ciudadana, la unidad canina y el escuadrón de caballería, además de efectivos de la Policía Local de Manuel y personal de la Unidad Militar de Emergencias han puesto todo su empeño en localizar a la joven de Estivella.
El supuesto autor
Jorge Ignacio P. J. ha sido desde el primer momento el principal sospechoso de la desaparición. Desde entonces, a ambos se les ha buscado sin descanso, todo apunta a que él no salió de la zona pese a que durante estas semanas se barajaba que podía haber abandonado el país. Ahora, se trata de esclarecer qué ha hecho en estos 27 días. Juan Carlos Fulgencio, delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, señalaba en rueda de prensa que el operativo podría haber sido detonante de la confesión. “Creo que esa presión policial ha podido suponer que en todo caso esta persona se entregara”, manifestó Fulgencio.
Jorge tiene antecedentes por drogas y estuvo en la cárcel en Italia. Ya en 2008, Jorge fue detenido cerca de Brescia (Italia) cuando transportaba nueve kilos de cocaína de gran pureza junto a otras dos personas.
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