Con la llegada de la Semana Santa, que este año tendrá lugar del 28 de marzo al 4 de abril, la mayoría de los gobiernos autonómicos han decidido no salvarla y se han mostrado partidarios de mantener cerrado perimetralmente sus territorios para impedir la llegada de turistas y propietarios de segundas residencias. La experiencia del verano y de la Navidad han mostrado que una desescalada a finales de marzo y con una mayoría de la población sin vacunar, podría comprometer claramente la campaña de verano.

El Ministerio de Sanidad ya ha recibido estas indicaciones por parte de las comunidades autónomas y ya ha empezado a mantener contacto con los presidentes autonómicos para elaborar un plan conjunto de medidas para actuar en esta Semana Santa.

La Generalitat Valenciana teme la llegada de esta semana por diferentes motivos. El más importante es la llegada masiva de turistas en coche a la costa, especialmente desde Madrid, lo que podría provocar un repunte de los contagios.

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