Félix
Fernández, secretario general de FeS-UGT-PV y Xavier Tarazona, y secretario del
sector ahorro, han presentado hoy en Valencia el informe “Análisis del proceso de
reestructuración y bancarización de las cajas de ahorro en el País Valenciano”,
donde se detalla el proceso, la
situación económica, el cierre de oficinas, la repercusión en el empleo, la
composición de los órganos de gobierno o el impacto de la obra social, entre
otras cuestiones.
Dicho
informe es la adaptación al territorio de la Comunitat Valenciana
del presentado por la Federación de Servicios de UGT el pasado mes de julio que
hacía referencia a la situación en el estado español. Félix Fernández señaló
que, a diferencia del caso español, en la Comunitat Valenciana
la reestructuración ha tenido un mayor impacto por la pérdida de las dos cajas
de ahorro y el Banco de Valencia. Además, supone graves perjuicios para la obra
social y cultural. De modo que estas tres entidades con sede en la Comunitat Valenciana
han cesado prácticamente en su actividad, lo que afecta colateralmente a otros
sectores de producción, como las artes gráficas que han perdido estos clientes,
es decir, las pérdidas económicas van mucho más allá de lo que acontece en el
sector financiero.
Por
su parte, Xavier Tarazona enumeró las principales causas y consecuencias de la
desaparición de las cajas de ahorro. En primer lugar, señaló la responsabilidad
de los dirigentes de estas entidades, pues las decisiones de invertir
masivamente en el sector inmobiliario fueron decisivas para la quiebra del
sistema, una vez que la burbuja inmobiliaria estalló. En este sentido, lamentó
que estas personas hayan salido de las entidades sin asumir esa responsabilidad
y, además, con los bolsillos llenos. Como consecuencia de ello, el gobierno
autónomo ha perdido una de sus principales herramientas para reactivar la
economía valenciana. Otra consecuencia, todavía incipiente, es la desaparición
de entidades de las poblaciones con menos habitantes y la elección de clientes,
desamparando y discriminando a otros, como ha ocurrido en el Valle de Ayora,
donde las sucursales de Zarra y Teresa han cerrado, lo que obliga a las
personas que habitan estas poblaciones a trasladarse hasta Ayora.
Por
otra parte, se ha producido una importante pérdida de empleos, hasta 3.000 en
la Comunitat, y cierta culpabilización de los trabajadores y trabajadoras de
las entidades de la situación creada por sus dirigentes, con agresiones
verbales que nunca han llegado hasta los verdaderos responsables.
Otra
de las consecuencias de la pérdida de las cajas de ahorro es la desaparición,
casi segura de la obra social y de sus fundaciones, cuando ambas, las de la CAM
y Bancaixa, eran de las más potentes en la Comunitat, puesto que si las
entidades no tienen beneficios, el futuro de estas fundaciones está
sentenciado.
Junto
a la descripción de la realidad de las entidades reestructuradas, la FeS-UGT-PV
aporta alternativas a la situación actual. Así, Tarazona señaló, que las
entidades intervenidas con dinero público deberían transformarse en una banca
pública que acoja a quienes quedan desprotegidos, social y territorialmente,
por la desaparición de las cajas de ahorro. Dicha banca pública debería
dedicarse a hacer trabajo bancario y olvidarse de la especulación.
Respecto
al futuro, ambos señalaron que habrá nuevos procesos de fusión que generarán
nuevos cierres de oficinas, en torno al 10% y nuevos despidos, que no tendrán
las mismas condiciones de salida que las planteadas en las últimas fusiones y
que además estas salidas de personal no serán repuestas, como había ocurrido en
anteriores casos.
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