Abanicos de Manuel Rochina recuperados tras la "barrancada". / EPDA
Abanicos de Manuel Rochina recuperados tras la "barrancada". / EPDA
Abanicos de Manuel Rochina recuperados tras la "barrancada". / EPDA
Abanicos de Manuel Rochina recuperados tras la "barrancada". / EPDA Manuel Rochina, un artesano abaniquero de Aldaia, ha visto cómo décadas de trabajo y recuerdos familiares han sido devastados por la reciente DANA que afectó gravemente la Comunitat Valenciana el pasado 29 de octubre. Su taller, Abanicos Manuel Rochina, ubicado en la calle Teodoro Llorente 46, de esta localidad de l'Horta Sud, sufrió daños materiales y estructurales significativos, llevándose por delante muebles, electrodomésticos, herramientas y una valiosa colección de abanicos históricos y actuales.
El temporal del pasado mes causó estragos en gran parte de Valencia, con lluvias torrenciales y fuertes inundaciones que afectaron tanto a infraestructuras como a viviendas y negocios. La DANA golpeó especialmente los municipios de l'Horta Sud; Aldaia entre ellos. El taller de Manuel, un negocio familiar y fuente de sustento, fue uno de los damnificados.
"Cuando entré en el taller, sentí que el mundo se me venía encima"
"Cuando entré en el taller, sentí que el mundo se me venía encima", relata Manuel. "No solo he perdido los materiales y herramientas que me permiten trabajar; también he perdido recuerdos familiares irremplazables, abanicos que eran parte de nuestra historia y patrimonio".
El taller, conocido en la zona por sus abanicos de madera, de plástico con litografía y abanicos lisos, también era el hogar de su padre, que vive en el mismo edificio. Sin un seguro que cubriera los daños causados por el temporal, Manuel enfrenta ahora una situación difícil. Las pérdidas materiales se agravan por los daños estructurales en el edificio, lo que aumenta la incertidumbre sobre el futuro del negocio y del propio hogar familiar.
Solidaridad en tiempos difíciles
A pesar de la devastación, Manuel no ha estado solo en estos momentos complicados. Amigos, vecinos y voluntarios civiles se han acercado al taller para ayudar a limpiar, tirar los objetos irrecuperables y tratar de restaurar lo poco que ha quedado en pie. Sin embargo, la magnitud de la destrucción supera sus capacidades.
Por ello, Manuel ha decidido hacer un llamamiento a la solidaridad. "Necesito vuestra ayuda, aunque sea para que difundáis lo que ha pasado", explica a El Periódico de Aquí. Ha compartido imágenes, vídeos y su cuenta bancaria para quienes deseen contribuir con su causa. "Si queréis, os devolveré vuestra ayuda cuando me recupere", añade con humildad.
Abanicos Manuel Rochina es mucho más que un negocio: es una pequeña joya artesanal de Aldaia, un símbolo de la tradición abaniquera de la comarca y de la historia familiar. Manuel espera poder reconstruir su taller y volver a ofrecer sus productos, que incluyen abanicos de diversos materiales y estilos, cada uno fabricado con cariño y una profesionalidad de las que pocas quedan.
Manuel Rochina Cànoves (ES03 3118 2035 3128 1031 0683). Cualquier ayuda será bien recibida.
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