Marcos de la Peña/EPDALos virus son el
conjunto de agentes biológicos más numeroso que se conoce. Ahora, un equipo
internacional de científicos donde participa el Instituto de Biología Molecular
y Celular de Plantas (IBMCP), centro mixto de la Universitat Politècnica de
València (UPV) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha
dado un importante paso para conocer su diversidad. Este equipo ha descubierto
más de 130.000 nuevos virus de RNA (como es el coronavirus SARS-CoV-2 que
provoca la actual pandemia de COVID-19) a través de una nueva herramienta
informática con la que se analizaron 5,7 millones de muestras biológicas
recogidas a lo largo del planeta durante los últimos 15 años. Este hallazgo,
que se publica en la revista Nature, supone un incremento de hasta 10 veces el
número de especies virales de RNA descritas hasta la fecha.
Para llevar a cabo
este análisis, el equipo multidisciplinar desarrolló Serratus, una
infraestructura de computación en la nube (Amazon Web Services, AWS) que,
usando un clúster de 22.500 procesadores informáticos (CPUs), permitió
búsquedas masivas de secuencias virales en los millones de Gigabytes
(Petabytes) de datos de secuenciación disponibles en bases de datos públicas.
El análisis
detallado de ciertas familias virales permitió el descubrimiento de más de 30
nuevas especies de coronavirus, incluyendo interesantes ejemplos en vertebrados
acuáticos como peces y anfibios cuyos coronavirus presentaron un genoma
segmentado en dos fragmentos, una característica descrita en otras familias de
virus pero no detectada antes en ningún miembro de los coronavirus.
En el Instituto de
Biología Molecular y Celular de Plantas, situado en la Ciudad Politécnica de la
Innovación, parque científico de la UPV utilizaron Serratus para el análisis
del virus causante de la hepatitis D humana, un agente viral llamado Delta, de
tamaño genómico mínimo y origen desconocido. Esto permitió al investigador del
CSIC en el IBMCP, Marcos de la Peña Rivero detectar virus similares en multitud
de otros animales, incluyendo no sólo mamíferos y otros vertebrados sino
también invertebrados. “Sorprendentemente, estos virus se encontraron también
en muestras medioambientales recogidas en lagos y suelos de todo el mundo, y
cuyos huéspedes serían por el momento desconocidos”, revela de la Peña.
Conexión evolutiva entre virus de humanos y
plantas en el medio ambiente
Más aún, las
muestras medioambientales con virus similares al de la hepatitis D revelaron la
presencia de novedosas formas virales con genomas ultra-compactos y de tamaño
ínfimo (sólo 300 bases, las unidades químicas que forman el material genético).
“Este descubrimiento permite avanzar una conexión evolutiva cercana entre virus
tan distantes como la hepatitis D humana y los agentes subvirales de plantas
llamados ‘viroides’”, apunta el investigador del CSIC.
Tanto la base de
datos de todos los virus obtenidos en este trabajo como el conjunto de las
herramientas desarrolladas, están disponibles de forma libre y abierta
(www.serratus.io). Esta herramienta puede ser de gran utilidad para
caracterizar la diversidad planetaria de todos los virus existentes y
prepararse ante posibles nuevas pandemias, cuyas devastadoras consecuencias
sufrimos con enfermedades virales emergentes como la COVID-19, causada por el
coronavirus SARS-CoV-2.
El IBMCP es la única institución científica
española que participa en este trabajo, donde colaboran entre otros el
Instituto Heidelberg de Estudios Teóricos y el Instituto Max Planck de Bilogía
(Alemania); el Instituto Pasteur (Francia); la Universidad de San Petersburgo
(Rusia); la Universidad de California, Berkeley (EE.UU.); y la Universidad de
British Columbia (Canadá).
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