Mantenimiento paneles solares. /EPDA El rendimiento de los paneles solares depende, en gran medida, de la limpieza y mantenimiento de estos. Desde Linkener Renovables, estiman que un panel solar sucio o mal cuidado puede producir entre un 10 y un 30 por ciento menos de energía.
En condiciones normales, los paneles solares deben limpiarse una o dos veces al año, aunque esto va a depender de la climatología de la zona, las condiciones ambientales y la propia ubicación de la instalación fotovoltaica.
En este sentido, como explica Jorge Lorente, encargado de instalaciones de autoconsumo en Linkener Renovables, los paneles solares están diseñados para aguantar las inclemencias meteorológicas, ya que, en su fabricación, estos han sido sometidos a diferentes pruebas para comprobar su calidad y durabilidad y están preparados para funcionar con temperaturas situadas entre los -40º a +85º.
En aquellas zonas costeras en las que el salitre y la calima son más frecuentes en el ambiente; este polvo, unido a precipitaciones intermitentes, puede generar una capa de barro sobre la superficie de los paneles fotovoltaicos, reduciendo así su capacidad de absorber los rayos del sol y, por tanto, su producción.
En estos casos, como explica Jorge Lorente, “lo recomendable es aumentar la frecuencia del mantenimiento y, sobre todo, optar por el diseño de una instalación con equipos que no se corroan pese a las condiciones meteorológicas adversas, utilizar estructuras de aluminio especialmente tratado, instalar módulos de vidrio que tienen mayor resistencia o ubicar los inversores resguardados, entre otras medidas”.
Por otro lado, en aquellas zonas con una climatología más extrema o nevadas comunes como las que se han vivido en las últimas semanas, la producción solar se ve compensada con los días en los que se ha podido sacar el máximo rendimiento a la instalación, principalmente, en aquellas instalaciones de autoconsumo con compensación de excedentes. Además, si la nieve está cerca del módulo, al enfriarlo y ayudar a reflejar la luz del sol, esta puede llegar a tener un efecto positivo en el aumento de la producción de energía.
En los casos en los que se produce una acumulación importante de nieve en los paneles, aunque estos pueden ver disminuida su producción, en ningún caso pueden verse dañados; al contrario, una nevada puede ayudar a limpiar los paneles, ya que la suciedad que puedan tener queda adherida a la nieve, eliminándose con el agua que produce al derretirse.
“En la actualidad, la tecnología actual permite realizar un seguimiento de la producción de la instalación. Teniendo en cuenta la producción esperada y el rendimiento real de la misma, se trata de proponer unas soluciones específicas de limpieza, además de realizar una supervisión integral de la instalación una o dos veces al año, así como las conexiones o el estado de los equipos”, explica Jorge Lorente.
Sobre Linkener
Linkener se materializó en el año 2014 con su actual modelo de negocio. Su creador, un ingeniero industrial valenciano, encontró un nicho de mercado en la necesidad que las compañías tenían, en plena crisis económica, de reducir su factura energética.
Sus oficinas centrales están ubicadas en ‘Go Hub’, el espacio de 2.500 metros cuadrados en el que Global Omnium aloja en la ciudad de Valencia a cerca de 20 empresas especializadas en tecnologías disruptivas – machine learning, inteligencia artificial, big data, realidad virtual o robótica-.
Linkener distribuye y comercializa sus soluciones tecnológicas a través de asesores energéticos, comercializadoras eléctricas, consultores o ingenierías cuyos clientes son empresas, industrias, corporaciones y edificios públicos en los que se pueden poner en marcha las soluciones tecnológicas que desarrolla.
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