El centro escolar de Extramurs. EPDAUn agente de la Policía Local de Valencia, fuera de servicio, salvó la vida de un niño que sufría un atragantamiento a las puertas de un centro escolar en el barrio de Extramurs.
Los hechos ocurrieron este miércoles a la hora de la salida de las clases, cuando el niño, de cuatro años, se hallaba junto a su madre en la acera, paralizado y mirando hacia abajo, ligeramente inclinado hacia adelante.
El menor se encontraba intentando expulsar un trozo de la merienda que se le había quedado atascado. El agente, que pasaba por el lugar, se dio cuenta inmediatamente de la gravedad del asunto al ver al niño ya incorporado, con la boca abierta, la tez azulada y sin poder pronunciar palabra.
Sin dudarlo, el policía se acercó e inmediatamente empezó a aplicar la maniobra de Heimlich, que consiste en rodear al niño con los brazos y colocar las manos en la boca del estómago, poniéndolas una encima de la otra para hacer presión entre el ombligo y el tórax.
Unos segundos más tarde, ante la angustia de los allí presentes, el menor pudo expulsar el trozo de la merienda que estaba obstruyendo sus vías respiratorias.
El agente explicó a los niños que se encontraban en el lugar que, si alguna vez se atragantan, deben intentar comunicarse, aunque no puedan hablar, acercándose a un adulto, moviendo los brazos e indicando dónde está el problema para que puedan ser ayudados inmediatamente.
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