Francesc Martínez, director del Museo del Abanico de Aldaia, sostiene una pieza del museo que ha sido totalmente destruido. EFE/Chema Moya
Los 14 talleres de abanico artesanal de Aldaia, donde se ubica la mitad de las empresas del sector y venden a toda España y el resto del mundo, han resultado dañados total o parcialmente por el temporal, que también ha afectado gravemente al museo del 'palmito' de esta localidad, que atesoraba ejemplares de los siglos XVIII y XIX de gran valor, algunos de ellos ya irrecuperables.
Siete talleres, algunos de ellos instalados en las plantas bajas de casas familiares próximas al barranco La Saleta de Aldaia, han quedado totalmente arrasados por la inundación y otros siete sufren daños parciales, según ha relatado a EFE el secretario técnico del Gremio de Abaniqueros de Valencia, Jesús Muñoz, que agrupa un total de 28 empresas.
El Museo del Palmito, con casi 800 abanicos
El Museu del Palmito de Aldaia, ubicado en el centro del pueblo, también sufrió la inundación y se desconoce si se van a poder recuperar los abanicos expuestos en vitrinas. Por fortuna, los que se exponían en la primera planta y la segunda, y los que estaban almacenados en los armarios de estas plantas no han sufrido ningún daño y se han trasladado a otro lugar del municipio para que queden bien guardados.
El Museo de Prehistoria de Valencia ha ofrecido su espacio para depositar de forma provisional la colección de abanicos del museo municipal, fundado en 2015, que ha podido salvar el 80 % de esa colección, según ha explicado a EFE el director del MUPA, Francesc Martínez.
Cuenta con una colección de cerca de 800 abanicos que comprende desde el siglo XVII hasta el actual de 15 países diferentes del mundo, sobre todo de Asia (Japón y China, del siglo XIX) y Europa (Francia, Inglaterra, Italia, Holanda, Alemania y España).
Se han perdido abanicos del siglo XVIII y XIX, y abanicos de baraja (no tienen tela, son de madera o de nácar unido por arriba con cinta de seda).
Pero se han salvado las antiguas caladoras de madera y quizá, con trabajo de restauración, puedan recuperarse algunos abanicos de manera directa o a través de una reconstrucción, así como hacer réplicas a partir de las fichas fotográficas que tiene el museo.
La prioridad, ha explicado Martínez, es inventariar los daños, ver qué se puede restaurar y qué no y plantear en un futuro si se pueden replicar, sobre todo las piezas de mayor valor, y cuantificar la pérdida económica.
El museo, único en España, aunque otros de Valencia y de Madrid también tienen colecciones, cuenta con abanicos con un valor de hasta 3.000 euros, fabricados con fragmentos de nácar en cada varilla y grabados.
Una de las familias afectadas por esta catástrofe es la de la empresa Abanicos Andrés Pascual. Solicitan colaboración ciudadana para apoyar y hacer resurgir este histórico negocio, para ello han habilitado un crowdfunding a través de la web 'gofundme' para que toda persona que quiera colaborar en esta recaudación de fondos tengo un espacio digital donde aportar un granito de arena.
La familia en un comunicado ha explicado lo siguiente:
"Desde 1880, cuando nuestros bisabuelos empezaron con la tarea, ABANICOS ANDRÉS PASCUAL se ha esforzado por dar lo mejor de nosotros mismos, de nuestro saber hacer, de nuestro arte y artesanía.
Con muestras manos, nuestro esfuerzo y nuestro afán de mejorar y agradar a nuestros clientes, fuimos levantando poco a poco nuestra empresa. Pero la DANA del pasado 29 de octubre lo destruyó todo como si fuera un castillo de naipes.
Nos gustaría continuar con nuestro trabajo y conseguir que el legado de nuestros mayores y la tradición de la fabricación de abanicos en Aldaia no se perdiera, pero para continuar necesitamos la ayuda, que nunca pensábamos que íbamos a tener que pedir.
Los abanicos son arte, cultura, tradición, historia, son nuestras raíces. No dejes que se pierda nuestro legado. Cada euro cuenta".
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