Juan Benito Rodríguez Manzanares En ocasiones las personas que
vivimos en un lugar, ya siendo nativos del mismo o de acogida, no llegamos a
saber cuán grande es el lugar donde vivimos. Y uno de esos lugares es Valencia
en España, pues realmente la Valencia española, ha sido y es una de las
ciudades del mundo que más «primeras veces» ha visto florecer algo en los
recovecos de sus tierras.
Y entre estas numerosas veces,
contamos con el orgullo de ser la primera ciudad española que imprimió un libro
en España, y además redactado en lengua valenciana que, como bien dice Miguel
de Cervantes Saavedra (1547-1616):
«La valenciana, graciosa lengua,
con quien sólo la portuguesa puede competir en ser dulce y agradable».
Así pues, he de comenzar por
comentar que, siendo el setabense Luis Despuig (1410-1482) virrey de Valencia y
octavo Maestre de la Orden de Montesa, el día 14 de febrero de 1474 convocó un
certamen poético el cual, según sus Bases de participación, requería que los
poemas enviados a concurso debían tener cuarenta y cuatro versos decasílabos
agrupados en cinco estrofas de ocho versos con la siguiente rima: «ABBACDCD» y
un estribillo final de cuatro versos. Además, cada verso debía tener una
cesura, como es preceptivo en todos los versos de Arte Mayor, y esta debía
estar tras la cuarta sílaba métrica que, además, debía tener una de las
acentuaciones versales.
Como premisa imprescindible de
participación, todos los poemas debían estar dedicados a la Virgen María para
honrarla, glorificarla y elogiarla en grado sumo. Y, para tan magno concurso se
puso como premio un trozo de tela de terciopelo que, sería suficientemente
grande como para que el ganador se pudiera confeccionar un chaleco.
El jurado del concurso estuvo
compuesto por Joan de Poxida y Lluis Castellvi Vic (¿?-1481) en representación
de la nobleza valenciana; el técnico Martí Enyego, el Obispo Cristóbal y el
literato Bernat de Fenollar (1438-1516), presbítero de la Catedral de Valencia que
además, fue quien dirigió y organizó el concurso, siendo también el escritor del
cartel poético anunciador.
Pero el jurado finalmente
decidió que ningún participante debía ganar el premio pues tan sólo la Virgen
María debía ser galardonada. Pero para todos los trovadores y poetas
participantes, de los que se desconoce el número total, haber participado fue premio
más que suficiente. Comentar que, en ese momento histórico no se llamaban
poetas a quienes componían sus poemas en latín.
Mas, lo que sí se conoce con
certeza son los poetas que conformaron el libro que recogió las mejores poesías
del concurso, libro que se tituló:
«Obres e trobes en lahors de la Verge
Maria»
(«Obras y trovas para elogio de
la Virgen María»)
El cual el 25 de marzo de 1474 salió
de la imprenta del comerciante alemán Jacobo Vitzlán que dirigía el también
alemán afincado en Valencia Labert Palmart (1400?-¿?), situada en el valenciano
Barrio del Carmen junto al Portal de la Valldigna que separaba las zonas mora y
cristiana.
Este incunable Valenciano y
primer libro impreso en toda España, contó con los poemas de, entre otros
literatos:
Joan Roïg de Corella, Jordi
Centelles, Lluís Alcanyís, Jaume Roig, Joan de Nàjera, Berenguer de Cardona,
Pere Peres, Joan Verdanxa, Joan Moreno, Antoni Vallmanya, Lluís Munyoç, Bernat
Despuig, Joan Gamiça, Narcís Vinyoles, Joan Sobrevero, Joan Llençol, Genís
Fira, Miquel Peres, Bernardí Vallmanya, Pere de Civillar, Francesc Villalba, Llorenç
Diamant, Joan de Sant Climent, Bartomeu Salvador, Lluís Català, Pere Alcanyís, Bartomeu
Dimas, Joan del Bosch, Lluís Garcia, Jeroni Monçó, Francesc Sant Ramon, Mateu
Esteve, Pere Bell Joan Vidal y muchos más.
El libro estuvo compuesto con un
total de cuarenta y cinco poemas para gloria y elogio de la Virgen María, de
los cuales, cuarenta fueron compuestos en valenciano, cuatro en castellano y
uno en italiano.
Es curioso y digno de mencionar,
que los poetas y trovadores participantes, se podían presentar al concurso de
dos maneras:
«Tirant a joya» («Tirando a la
joya»)
Es decir, optando a ganar el
premio.
«A l’honor» («Al honor»)
Es decir, fuera de concurso y,
por lo tanto, sin querer optar al premio.
El libro destaca por la
utilización de la tipografía romana en lugar de la gótica que en esos momentos
era la más utilizada para la impresión de libros en Europa; por la paginación de
sus páginas con ausencia total de columnas y, sobre todo por contar con poemas compuestos
en diferentes lenguas.
Es preceptivo comentar que de
esta primera edición de les Obres e trobes en lahors de la Verge Maria, sólo se
conserva un ejemplar, el cual se encuentra en la Biblioteca Histórica de la
Universidad de Valencia.
Como apunte extra comentar que, María
Cruz Cabeza Sánchez-Albornoz directora de la Biblioteca de la Universidad de
Valencia, asegura que una de las obras del libro fue compuesta por una mujer de
nombre «Yolanda», que escribía en valenciano y que, además, afirma que hay un
notario que da fe de que hay una mujer que escribe en su nombre.
De cualquier modo, Obres e
trobes en lahors de la Verge Maria, es un libro que sin lugar a dudas ha
marcado la historia de la lengua valenciana, pues como he citado es un
incunable, que son los libros impresos entre 1453, fecha de invención de la
imprenta moderna y 1500, fue impreso en Valencia, siendo, además, el primer
libro impreso en toda España. La convocatoria del concurso la realizó un virrey
valenciano, todo ello estuvo coordinado por un literato y presbítero valenciano
y, además, con cuarenta poesías compuestas en valenciano. ¡Qué libro más
grande!
Valencia es sinónimo de cultura,
tradición e historia.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia