Valencia se vestirá de fiesta el lunes, 2 de junio, para celebrar una de sus tradiciones más emotivas: la Fiesta de los Niños de la Calle San Vicente. Esta entrañable celebración, dedicada al patrón de la ciudad, San Vicente Mártir, tendrá como ya es habitual, su escenario principal en la calle que lleva su nombre, congregando a numerosos niños y niñas y familias.
Este año, la asociación, presidida por Rafael Pinazo Monterde, celebra con orgullo el 400 aniversario de la Fiesta de la Calle de San Vicente, una efeméride histórica que ha comenzado con una emotiva ofrenda floral extraordinaria a la Virgen de los Desamparados. Como preludio dulce de esta conmemoración, la fiesta vicentina ha repartido miles de tartas de bizcocho con naranja, símbolo ya tradicional de la celebración.
Un aniversario histórico y homenaje a los pilares de la tradición
Para todos los miembros de la Fiesta, este aniversario representa mucho más que una cifra simbólica: es una oportunidad excepcional para rendir homenaje a los orígenes, reencontrarse con la historia compartida y renovar el compromiso con una tradición que sigue viva gracias al esfuerzo, la ilusión y la entrega colectiva. En este espíritu conmemorativo, se ha querido reconocer de forma especial a quienes han sido y siguen siendo pilares fundamentales en este recorrido: los 17 Clavarios del IV Centenario, antiguos Clavarios anuales que, año tras año, continúan participando con entusiasmo y dedicación en la celebración.
Entre las figuras más representativas de esta edición sobresale Beatriz, Camarera del IV Centenario, cuya profunda vinculación con la Fiesta vicentina se remonta a su propio nacimiento. Su presencia simboliza la continuidad generacional y el compromiso firme de quienes crecen dentro del espíritu de la tradición. Además, con motivo de los cuatro siglos de vida de la Fiesta, la asociación ha querido rendir un emotivo homenaje a una figura clave en su historia reciente: José Raimundo Crespo Iranzo, Presidente Emérito. Su extensa y ejemplar trayectoria al frente de la organización ha dejado una huella profunda e imborrable en el alma de esta celebración centenaria.
Agenda de actividades para la Fiesta de los niños de la Calle San Vicente
Este sábado 24 de mayo, la asociación recibirá un galardón por parte de la Junta Central Vicentina. El domingo, a las 12:15 horas, tendrá lugar la dansà infantil y las imágenes de San Vicente Ferrer se trasladarán desde el local de la asociación, ubicado en la calle del Museo de la Seda, hasta la Iglesia de San Agustín.
El sábado 31 de mayo, a las 17:00 horas, tendrá lugar la fiesta infantil, en la calle Museo de la Seda, que constará de merienda y animación infantil, e interpretación de un Milacre de Sant Vicent Ferrer por el cuadro artístico de la Asociación vicentina.
El domingo 1 de junio, la jornada festiva comenzará a las 13:00 horas con una solemne misa cantada en la Iglesia de San Agustín, presidida por el arzobispo de Valencia, Enrique Benavent Vidal. La ceremonia contará con la participación de un coro y ya por la tarde, a las 17:30 horas, tendrá lugar una de las celebraciones más tradicionales y antiguas de la festividad: el Bautismo en la Casa Natalicia de San Vicente Ferrer, conocida como el Pouet. A las 19:00 horas, desde la Avenida del Oeste, partirá la comitiva en dirección a la Virgen de los Desamparados para ofrecerle a la criatura recién bautizada. El cortejo estará encabezado por la Policía Local montada a caballo, seguida por las banderolas de la Fiesta, el tabalet y la dolçaina, en una estampa que aúna fervor, música y tradición.
Entre carruajes y pasos: la esencia de la tradición
Tras la salida de la comitiva inicial, el desfile continuará con una procesión de coches de caballos, entre los que destaca el carruaje que transporta a los padrinos, la portadora, el neófito y el presidente de la asociación, acompañados por clavarios, directivos y una banda de música. El recorrido previsto incluye la Plaza de San Agustín, la Calle de San Vicente, la Plaza de la Reina y la Plaza de la Almoina. En este último punto, los participantes descenderán de los carruajes para formar un cortejo a pie y acompañar al recién bautizado hasta la Basílica de la Virgen de los Desamparados, donde se realizará el emotivo ofrecimiento a los pies de la Patrona.
Finalizado el acto, la comitiva emprenderá el regreso al punto de partida nuevamente en los coches de caballos, cerrando así uno de los momentos más simbólicos y tradicionales de la jornada.
Procesión infantil
La jornada festiva del lunes 2 de junio culminará a las 20:00 horas con una solemne procesión que partirá desde la Iglesia de San Agustín, situada en el número 5 de la plaza homónima, en pleno corazón del distrito de Ciutat Vella. Como marca la tradición, los grandes protagonistas de este desfile serán los niños, que acompañarán con entusiasmo hasta cuatro imágenes religiosas, junto a personajes bíblicos característicos del Corpus Christi. El cortejo ofrecerá una estampa llena de fervor, colorido y devoción popular.
El recorrido finalizará en el tramo de la calle San Vicente comprendido entre la Plaza de San Agustín y la calle María Cristina, donde se instalará un altar para la entronización solemne de la imagen del Santo. El acto se verá enaltecido por la interpretación del himno regional y un espectáculo pirotécnico que recorrerá toda la calle, cerrando la jornada con una vibrante expresión de júbilo.
Martes de homenaje y tradición escénica
La programación de la Fiesta de los Niños de la Calle de San Vicente se dará por concluida el martes 3 de junio, a las 19:30 horas, con una misa en la Iglesia de San Agustín en memoria de los socios fallecidos. Será un acto íntimo y emotivo, cargado de recogimiento y homenaje.
A las 21:30 horas, a los pies del altar instalado en la Calle de San Vicente, el Cuadro Artístico de la Fiesta de los Niños ofrecerá una nueva representación del tradicional Milacre, una pieza clave del teatro popular valenciano. Posteriormente, a las 22:30 horas, en el mismo enclave, la reconocida banda Unión Musical Santa Cecilia de Castellar-Oliveral ofrecerá un concierto en honor a San Vicente Ferrer. Al término de la actuación, se disparará una gran traca y se procederá al solemne descenso de la imagen del Santo, que será trasladada a la sede de la asociación. Allí, la festividad se cerrará con un vino de honor, en un ambiente de fraternidad y celebración.
Una fiesta con cuatro siglos de historia
La Fiesta de los Niños de la Calle de San Vicente celebra este año su 400 aniversario. Nacida en 1625, esta tradición popular sigue viva cuatro siglos después, gracias al fervor de un vecindario que ha sabido conservar su espíritu original.
El origen de esta fiesta remite a la figura de San Vicente Ferrer y su obra pionera en favor de la infancia. En 1410, ante el creciente número de niños huérfanos a causa de la peste y otras calamidades, el santo decidió ofrecerles protección fundando el primer orfanato del mundo, ubicado en la Plaza de San Agustín. Aquellos niños, acogidos por el Colegio Imperial, recorrían periódicamente las calles vestidos de dominicos, portando una pequeña imagen del santo y recogiendo limosnas y alimentos que los vecinos entregaban con afecto. Con el tiempo, estas manifestaciones de caridad se integraron en el corazón del barrio.
En noviembre de 1624, el traslado del Colegio a una nueva sede fuera de la Plaza de San Agustín supuso un vacío físico y emocional para el vecindario. Como respuesta, los vecinos decidieron organizar festejos propios que preservaron la memoria de aquella presencia tan significativa. Entre ellos, se instauró una procesión que tiene lugar cada lunes posterior al primer domingo de junio, y que con el paso de los años se ha convertido en uno de los actos más emblemáticos de la Fiesta.
Niños del antiguo Colegio, jóvenes del barrio y personas de toda Valencia se dan cita desde entonces en este acto cargado de simbolismo, que exalta los valores de concordia, solidaridad y devoción a los más necesitados, tal como enseñó San Vicente. Su legado, materializado en el Colegio Imperial de Niños Huérfanos que aún hoy mantiene su labor, sigue recordando a todos que la Fiesta no es solo una tradición: es también una obra viva de amor al prójimo.
Rafael Pinazo, presidente comprometido con la tradición vicentina
Rafael Pinazo Monterde preside desde finales de 2017 la asociación de la Fiesta de los Niños de la Calle de San Vicente, una de las celebraciones más arraigadas en el calendario festivo valenciano. Su vínculo con la fiesta, sin embargo, se remonta mucho antes: desde 1994, participa activamente junto a su esposa, Genevieve, impulsando también la implicación de sus tres hijos en las representaciones de los Milacres, donde actuaron hasta alcanzar la edad máxima permitida, 14 años.
En 2016, el entonces presidente de la asociación, José Raimundo Crespo Iranzo, propuso a Rafael y Geny convertirse en Clavarios, lo que les permitió vivir la experiencia de custodiar durante un año la imagen de San Vicente Ferrer en su propio hogar. Para Rafael Pinazo, esta tradición que perdura desde 1625 sigue viva gracias al esfuerzo y la entrega de quienes la mantienen con ilusión y compromiso.
En declaraciones a El Periódico de Aquí, con motivo del IV Centenario de la Fiesta, Rafael Pinazo destacó que "es una fiesta de todos", subrayando el carácter colectivo y participativo de la celebración. Actualmente, la asociación cuenta con 2.000 socios y una Junta de Gobierno integrada por 17 personas. Coincidiendo con los 400 años de historia, este 2025 se ha querido reconocer a 17 Clavarios, símbolo de continuidad y agradecimiento. “Lo que hemos hecho ha sido celebrar la fiesta no como un hito aislado, sino como una trayectoria viva”, afirmó el presidente.