Ángel Brández, gerente de Vlue Arribar. EPDA Ángel Brández es un referente de la gastronomía y del ocio en Valencia. Gerente del Vlue Arribar, en La Marina de la capital valenciana, concede una entrevista a El Periódico de Aquí, en la que es muy crítico con la gestión de este espacio marítimo, con el Consorcio y con el alcalde, Joan Ribó.
¿Cuál es la situación de La Marina Real?
Gracias a la pandemia, La Marina es diez veces más conocida porque todo el mundo se volcó aquí y ahora nos encontramos con un olor a orín muy fuerte los sábados, domingos y lunes porque no hay baños públicos y los del propio Consorcio, están cerrados. Miles de personas, que no tienen dónde ir, acaban haciendo sus necesidades en las escaleras básicamente. También el hecho de que los ascensores que suben del parking están bloqueados, lo que hace muy difícil que las personas mayores o con discapacidad, puedan subir. Sólo hay un vigilante, por lo cual puedes pasarte 25 minutos de espera. A esto se unen los enormes atascos para acceder a La Marina y si, además, hay alguna carrera por el entorno, entonces te puede costar una hora, es una odisea. Otro problema que tenemos es el horario de verano. Mientras el Consorcio y el Ayuntamiento hacen conciertos, con los decibelios que quieren, incluso a la hora de las cenas, resulta que a nosotros nos restringen la música a la 1.30, cuando este es un espacio que no molesta a los vecinos. Ahora que hace calor, si nos quitan la noche, cuando se factura el 75% de julio y agosto, pues nos ocasionan un gran daño, que puede acabar con la quiebra de los negocios. Antes del covid era hasta las 3 de la madrugada. Algo incomprensible, salvo que haya algún tipo de interés de unos cuantos.
¿Quién está detrás de estas decisiones tan dañinas para La Marina y Valencia?
Está el Consorcio y el responsable del horario es el Ayuntamiento. Voy a volver a repetirlo: nos obligan a cerrar a la 1.30 en una zona donde no se molesta a nadie. ¿Tú lo entiendes? Porque aquí no lo entiende nadie.
Hablemos de la Copa América, que situó a Valencia en el mapa mundial y ahora el gobierno municipal ha dejado que se vaya a Barcelona. ¿Qué le parece?
Decían que aquí costaría 220 millones y en Barcelona hablan de 70. Es un evento importantísimo para la ciudad y La Marina. ¿Por qué se pierde? Se pierde por la negligencia de Ribó o por intentar favorecer a Cataluña o porque no le gusta que venga un turismo importante y de calidad a la ciudad.
¿Qué le falta a La Marina, la avenida de Neptuno y a Valencia en turismo?
En primera línea hacen falta hoteles y tiendas, una zona comercial; servicios públicos y zonas habilitadas para poner patinetes, actividades deportivas como en Peníscola, Benicàssim o Benidorm. La playa de Valencia no puede ser sólo arena, arena y más arena.
Inicio de la avenida de Neptuno, junto a La Marina. EPDA
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