Varios museos de Sagunt se queda sin atención al público ante la ausencia de una nueva gestión

Los trabajadores de varios museos de Sagunt y El Puig se han puesto en pie de guerra ante el "despido masivo" que ha anunciado la Conselleria de Cultura en la atención al público. Y es que, con quince días de antelación, los empleados del Museo Histórico de Sagunt, el Anticuario Epigráfico del Castillo y los del Museo de la Imprenta del Monasterio del Puig han sido notificados de que serán despedidos el próximo 30 de septiembre. 

La medida afectará a entre cinco y seis trabajadores fijos, así como a tres o cuatro temporales. Según la versión oficial, la causa es el fin del contrato de licitación con la empresa encargada de la gestión, sin que se haya adjudicado un nuevo servicio a tiempo. Sin embargo, el trabajador y sus compañeros creen que el verdadero motivo de la situación es un "empanamiento" administrativo, es decir, un olvido por parte de las autoridades de sacar a licitación el servicio a tiempo.

Desde la apertura del museo en 2007, las licitaciones para gestionar los museos han sido continuas, de modo que una nueva empresa asumía la gestión antes de que venciera el contrato de la anterior. En esta ocasión, aunque ya se han adjudicado las licitaciones del cuerpo de seguridad, el servicio de atención al visitante, del cual dependen los trabajadores afectados, no ha sido licitado. Esto dejaría a los museos sin personal que ofrezca información a los visitantes por primera vez en años. Los empleados se preparan para luchar por una subrogación, aunque no descartan un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

Además de la incertidumbre laboral, los trabajadores también han denunciado el deterioro en las instalaciones del Museo Histórico de Sagunt, que enfrenta serios problemas de infraestructura. Las recientes lluvias han agravado la situación, poniendo en riesgo de desprendimiento algunas zonas del museo debido a un techo de pladur en mal estado. "Hay salas que se han tenido que cerrar por las lluvias", afirma el trabajador, alertando sobre el peligro para la seguridad del edificio y de sus visitantes.