El detenido por la muerte de Marta Calvo, Jorge Ignacio P.J., de 38 años. EFE. Varias de las víctimas del supuesto asesino de la joven
Marta Calvo han explicado este martes en el Juzgado de Instrucción número 20 de
Valencia que el sospechoso, Jorge Ignacio P.J., les ofreció una bebida con
algún tipo de sustancia que les afectó física y mentalmente antes de mantener
relaciones sexuales.
Este juzgado dirige la investigación abierta por el asesinato de Marta Calvo y
otras dos jóvenes, Arlene y Lady Marcela, a las que el acusado podría haber
introducido cocaína en los genitales en el transcurso de prácticas sexuales que
resultaron letales.
Jorge Ignacio P.J., autor confeso de la desaparición del cuerpo de Marta Calvo,
se entregó el 4 de diciembre del año pasado en el cuartel de la Guardia Civil
de Carcaixent (Valencia) y sostuvo que la muerte de la joven fue "un
accidente" tras haber mantenido una relación sexual con consumo de
cocaína, y que procedió a desmembrar el cuerpo, cuyas partes distribuyó en
varios contenedores.
Según han explicado a EFE fuentes conocedoras de las declaraciones efectuadas
este martes, todas mujeres han confirmado el mismo modo de actuar del procesado
que ya relataron anteriormente en el juzgado otras afectadas, es decir, un uso
desmesurado de cocaína sin consentimiento de la víctima, en ocasiones sin
conocimiento siquiera, y de forma sorpresiva, tratando de introducirla en sus
genitales.
El uso de estas sustancias -tanto de la cocaína por vía anal o vaginal como la
droga desconocida que se sospecha que pudo introducir en las bebidas- hicieron
perder la conciencia a tres de las víctimas que han declarado hoy martes.
"Una de ellas ha explicado que tras beber lo que el acusado le ofreció no
podía caminar, otra que empezó a verlo todo borroso, otra que estuvo tan débil
durante dos días que apenas podía comer, y una cuarta ha indicado que no
recuerda ni haberse desnudado", han explicado a EFE las mismas fuentes.
Otras víctimas han relatado que sí que fueron conscientes de que el sospechoso
trataba de introducirles cocaína y que éste les ofrecía bebida si se negaban u
ofrecían resistencia.
Además de las mujeres han declarado dos médicos del Hospital Clínico, una que
atendió a una de las víctimas mortales a su llegada a urgencias y otro que lo
hizo en la UCI.
La joven a la que atendieron sufrió una parada cardiorrespiratoria en la
ambulancia, de la que se pudo recuperar gracias a una intubación; y aunque
llegó con vida al centro sanitario, nunca recuperó la conciencia.
Los médicos han explicado que detectaron cocaína en la orina de esta mujer,
pero que sus analíticas fueron cualitativas, no cuantitativas -para saber la
cantidad remitieron posteriormente análisis de sangre al Instituto Anatómico
Forense- y que, en consecuencia no supieron qué cantidad de esta droga pudo
haber consumido.
A preguntas de las partes han respondido que trataron a la mujer con naloxona
para tratar de recuperar su pulso cardíaco y contrarrestar la intoxicación,
pero han insistido en que no existe ninguna medicación capaz de contrarrestar
de inmediato los efectos de la cocaína.
El juzgado debe escuchar todavía la declaración de una de las víctimas que no
ha podido acudir a declarar y la de una segunda que es extranjera y no ha
podido ser localizada, aunque todavía no hay fecha para estas nuevas
diligencias.
Las tres muertes que se atribuyen a Jorge Ignacio P.J. han sido calificadas
provisionalmente de homicidios por la Fiscalía, pero las familias de las
víctimas, tanto en el caso de Marta como en el de Lady Marcela, una joven que
murió el 15 de junio de 2019, y de Arlene R., que murió en abril de 2019, ambas
en València, han considerado que los hechos podrían conducir a acusaciones de
asesinato.
A estos delitos podrían sumarse otros contra la salud pública por la droga
implicada en los distintos hechos; intento de homicidio y omisión de socorro, a
propuesta de la Fiscalía; y delito de daños morales, agresión sexual y
profanación del cadáver de Marta, a petición de la defensa de la familia de
esta víctima.
En algunos de los casos, la cocaína utilizada por Jorge Ignacio era de gran
pureza, lo que incrementaba el riesgo de muerte provocada por la intoxicación,
según consta en los análisis que obran en la causa.
En las declaraciones del pasado 24 de noviembre las testigos afirmaron que el
supuesto asesino de Marta Calvo, Jorge Ignacio P.J., introducía cocaína en los
genitales de sus víctimas de forma sorpresiva y "a traición".
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