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El ex conseller de Economía y ex presidente de la Generalitat se enrocó hasta el final
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J. DE LA FUENTE - 26/05/2012
Olivas, Zaplana, Aznar y Camps en un congreso del PP el 28-9-2002. FOTO JOSÉ MARÍN
Olivas, Rodrigo Rato y Vicente Martínez Pujalte el 28-9-2002. FOTO JOSÉ MARÍNCamps, Zaplana y Olivas, los tres últimos presidentes de la Generalitat Valenciana, del Partido Popular. FOTO JOSÉ MARÍN
Era la comidilla entre el mundo financiero y político adivinar el momento en que caería de la presidencia de Bancaja el que fuera conseller de Economía y presidente de la Generalitat Valenciana, José Luis Olivas, prácticamente el último gran responsable del desaguisado de la caja valenciana en dimitir.
Aunque se apuntaba a Olivas como otro de los culpables del hundimiento de la caja valenciana -y el Banco de Valencia-, la elección de Rodrigo Rato para dirigir la fusión de Caja Madrid y Bancaja, junto con otras pequeñas entidades financieras, igualmente hundidas, pero no tanto como las dos grandes, hacía presagiar larga vida al frente de Bancaja de Olivas, por lo que todos gritábamos al unísono: ¡Hay Olivas para Rato! Pero, al final, la nacionalización se cobró su primera víctima -llámese Rodrigo Rato- y tras su caída, también se vio forzado a dimitir un enrocado José Luis Olivas. Sin Rato, ya no hay Olivas, y sin Olivas, tampoco hay frase. Así que ya no hay Olivas para Rato.