El municipio valenciano de Albal ha guardado este martes un minuto de silencio en repulsa por la muerte de la joven Floryna, que ejercía la prostitución en esta zona, en un acto presidido por la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Gloria Calero, y el alcalde de la localidad, Ramón Marí.
A las puertas del consistorio de este municipio valenciano, donde desapareció hace unos días la joven y cuyo cadáver fue encontrado el pasado sábado, se ha concentrado medio centenar de personas para rendirle homenaje con la música de Rozalen de fondo.
Al acto estaban invitados a participar alcaldes de otros municipios afectados por la práctica de la prostitución en la V-31, como Alfafar, Beniparrell, Silla, Massanassa, Benetúser, Sedaví y Catarroja, y ha acudido también la directora del Instituto Valenciano de la Mujer, María Such.
La delegada del Gobierno ha destacado en su alocución que Floryna era "demasiado joven para morir" y ha lamentado "que ha vivido en una espiral de engaño, de acoso y de maltrato", un tipo de violencia hacia las mujeres que "debe ser perseguida, eliminada y erradicada. En definitiva: abolida".
"Porque la explotación sexual y la prostitución forman parte de una misma estructura de violencia y dominación, que nace de la desigualdad que sigue habiendo entre hombres y mujeres", ha sostenido Calero, quien ha añadido que es "el rostro más terrible de la violencia contra las mujeres".
"Es la forma más asquerosa y repugnante de ataque a la dignidad humana y de los derechos ciudadanos", ha apuntado, a la par que ha subrayado que "no es posible un país en igualdad mientras convivamos de manera normalizada con violaciones de derechos humanos en las carreteras, los parques, los polígonos y los pisos".
El Gobierno de España, ha dicho, defiende firmemente la idea de abolir la prostitución y ha recordado que se aprobará una ley integral contra la trata de mujeres con fines de explotación sexual, "basada en los derechos de las víctimas", con medidas de prevención y persecución de estas redes criminales y de protección y recuperación integral "de estas mujeres y niñas".
Calero, que ha asegurado que es un problema de todos y "entre todos" se va a solucionar, ha señalado antes los medios que se sabía que la joven "estaba ejerciendo la prostitución tristemente" y será la investigación la que determine las circunstancias de su muerte.
"Por regla general las mujeres nunca denuncian que son víctimas de trata. Es un trabajo de la Policía Nacional que lo lleva muy bien y con frecuencia destapa estas mafias", ha añadido.
Ha pedido "acabar con la hipocresía" respecto a la prostitución y ha reclamado que "se aborde seriamente", porque "si no hubiera consumidores -ha sentenciado-, no habría prostitución".
El alcalde de la localidad ha asegurado que se desconoce cómo falleció la joven porque "en la primera inspección no se han encontrado visos de cómo ha podido ocurrir", aunque ha asegurado que "no se ha caído" y cree que "no ha sido un cliente", sino "alguna venganza entre las redes que existen de trata de blancas".
Marí ha asegurado que es un día "aciago" para el municipio porque se trata de la segunda mujer que "fallece o que asesinan y eso es un estigma" para Albal, y ha elevado una invitación al Consell para, conjuntamente, visibilizar la lucha contra los proxenetas, perseguirlos y "acabar con los puteros".
Ha anunciado que en el próximo pleno presentarán una moción para que Albal se inscriba en la Red de municipios Libres de Trata, en la que hay un centenar de municipios, treinta de ellos de la Comunitat Valenciana.
El lugar donde habitualmente la joven ejercía la prostitución, a apenas doscientos metros de la acequia donde fue localizado su cuerpo, tenía hoy un ramo de rosas blancas.
En 2004, en Albal apareció una joven que ejercía la prostitución muerta de un disparo en el pecho en el mismo lugar donde se vio a Floryna con vida por última vez, ha informado el Ayuntamiento en un comunicado, en el que ha recordado que el consistorio cubrió los gastos de su sepultura en el cementerio municipal.