El Ayuntamiento y el movimiento vecinal de Alfafar por el soterramiento han comenzado a recoger las primeras denuncias para presionar al administrador ferroviario, Adif, con el fin de que inicie el estudio para eliminar el paso a nivel, considerado como uno de los más peligrosos de España. Las instancias tienen que presentarlas los vecinos a título personal en el consistorio y en ellas debe quedar patente los problemas de contaminación acústica y de movilidad que causa la infraestructura ferroviaria y las leyes que se incumplen.
Se espera registrar una avalancha que se adjuntará al expediente para obligar a Adif a dar una respuesta, en caso contrario, será la propia administración local la que acuda directamente los juzgados con estas denuncias en la mano. El plazo para poder presentar el documento acaba este martes a las siete de la tarde.
El consistorio ha redactado una instancia común para rellenar por los afectados en la que se indican los problemas que causa el paso a nivel, cuyas barreras están bajadas una media de siete horas al día, junto con las normativas que se incumplen. También se pide a los vecinos que adjunten partes médicos con respecto a los perjuicios que ha causado en su salud.
Por otra parte, tal y como señalaron fuentes municipales a los representantes de la plataforma vecinal en una reunión celebrada la semana pasada con todos los grupos políticos, la situación con Adif desde el último encuentro el pasado 11 de enero no ha cambiado mucho. El administrador ferroviario "ha comunicado a la dirección general de Planificación del Ministerio que los Ayuntamientos de Alfafar y Sedavi aceptarían soluciones provisionales para la eliminación del paso a nivel pero siempre que se inicien paralelamente los trámites para el soterramiento de las vías".
No obstante, la administración pública todavía no se ha pronunciado al respecto. Por ello, tanto Ayuntamiento como vecinos consideran la necesidad de "presionar" para que la solución alternativa del paso subterráneo no se enquiste como ha ocurrido con el soterramiento durante décadas.
El movimiento vecinal se ha vuelto a reactivar después de la última víctima que se cobró el tren en el mes de junio del año pasado y el aumento de los pitidos de los convoyes a raíz de este suceso. El consistorio tomó cartas en el asunto ante los problemas de salud que la presencia de las vías está causando entre la población como ansiedad e insomnio.
Hace unos días, la plataforma organizó una concentración en el paso a nivel para recordar a las 75 víctimas mortales que se ha cobrado las vías en cerca de 40 años y anunciaron que su propósito es proseguir con la lucha hasta que consigan una solución definitiva. Además, en tan solo un mes se han producido hasta cuatro averías de las barreras, lo que ha creado un problema grave de seguridad para los vecinos.
