Al igual que en todas las poblaciones costeras, Canet d'en Berenguer vive estos días una molesta plaga de mosquitos que el Ayuntamiento está tratando de combatir, especialmente tras las fuertes lluvias de hace dos semanas. Con este fin, el consistorio va a redoblar sus esfuerzos para atenuar los problemas que causan estos dípteros y las actuaciones que lleva a cabo los martes, se sumarán otras puntuales de refuerzo. En concreto, se ha solicitaro a la Diputación de Valencia que envíe una avioneta para fumigar las zonas más afectadas.
"Todos los martes, el Ayuntamiento actúa contra las plagas (especialmente mosquitos y cucarachas), pero debido al aumento del número de mosquitos tras la última dana -y las altas temperaturas- se va a intensificar y ampliar el número de las intervenciones. Hay que entender que es materialmente imposible eliminarlos por completo; lo que sí podemos hacer es reducir su número y minimizar las molestias para los 'caneteros' y 'caneteras'", declaró el alcalde de la localidad, Pere Antoni.
Por su parte, el concejal de Medio Ambiente, Miguel Ángel Albero, explicó que se ha actuado de dos maneras distintas. "En la zona del río hemos utilizado un termonebulizador -es decir, un cañón de aire con microgotículas- que ataca directamente a los mosquitos. En la zona urbana, en cambio, se actúa con grano que se deposita en las zonas con agua estancada (imbornales, charcos…) para eliminar las larvas. Estas acciones se aplicarán como refuerzo a las ya existentes, y se realizarán siempre que sea necesario".
El edil recordó también que la vida de un mosquito es "de apenas un día, por eso es tan importante el uso de larvicidas", aunque señaló que el Ayuntamiento solo puede actuar en espacios públicos; en los privados, los vecinos deben vigilar los charcos que se forman en los jardines por desagües de aire acondicionado, sistemas de riego, etc.
Además de estas medidas, se recomienda usar repelentes, llevar manga larga y pantalones ajustados al tobillo o instalar mosquiteras en las casas para evitar picaduras. Aunque en la mayoría de los casos estas no pasan de ser una molestia, en algunos casos pueden transmitir enfermedades.
Además de episodios puntuales como una dana, un motivo del aumento de mosquitos en zonas costeras es la desaparición de sus depredadores (golondrinas, salamanquesas…). A ello se suma la expansión de una especie invasora: el mosquito tigre, que está desplazando a variedades autóctonas menos agresivas.
El mosquito tigre (Aedes albopictus) se caracteriza por su tamaño (hasta 10 mm) y su color negro con rayas blancas. Se reproduce con facilidad en pequeños recipientes o acumulaciones de agua doméstica (no en piscinitas ni en agua en movimiento).
Para evitar su proliferación se recomienda cubrir, vaciar o cambiar con frecuencia los recipientes de agua. También es importante revisar periódicamente desagües, canaletas y fuentes ornamentales. En caso de picadura, se debe lavar la zona afectada con agua y jabón, aplicar hielo durante unos 10 minutos y, sobre todo, evitar rascarse. Si alguien presenta una reacción más molesta o una posible infección, debe acudir a un profesional sanitario.