Era el mes de noviembre de 1975, cuando Don Rafael Cholvi Soler, dejaba aquella farmacia de la Plaza Mayor de Casinos, para seguir ejerciendo su profesión en su ciudad natal de Alginet. Tal y como expresa la tarjeta de despedida, fueron treinta años los que pudimos gozar del cariño, de la amistad y de la generosidad de D. Rafael, el que no solo fue nuestro farmacéutico, sino que formó una familia, junto a su esposa Maruja y sus dos hijos Rafael y Felipe de los que aun gozamos de su amistad.
La farmacia era una puerta abierta a la plaza, esquina con la calle de Santa Ana, su luz alumbraba muchas horas aquella plaza llena de vida y de recuerdos, en las que convivían, horno, estanco, supermercado, droguería, peluquería, bar, caja rural, patronato… y un sinfín de actividades que convertían aquel punto en el epicentro local.
Don Rafael, también era profesor de la Academia, donde estudiábamos los más jóvenes hasta cuatro de bachiller y se preocupaba mucho por el presente y futuro de los estudiantes. Aquella pequeña farmacia de pueblo, era consejera, laboratorio y especialmente fábrica de amistad.
Además, la Farmacia, tenía dos adornos que la hacían "particular", la tía María, la madre Maruja, que en muchas ocasiones atendía el mostrador y el tío Luis, su esposo, que era tan madrugador y trabajador, que con la primera luz de la mañana ya se oían su ¡bon día! y su constante trabajo de enganchar el carro a la caballería para ir al campo. ¡Qué recuerdos tan divertidos de aquellos años de juventud!
Muchas veces, sin receta, iban las madres a por algún medicamento para los hijos decaídos y sin apetito, "-Don Rafael, deme alguna vitamina", la respuesta era muy sencilla,"- dale vino rancio, y veras que buen reconstituyente es"… el conocía muy bien los secretos de la medicina rural y en ocasiones de poca gravedad solía dar este consejo "-els medicaments son pa vendrels, no pa pendrels".
Con ese espíritu jovial y amistoso, nos dejó el amigo farmacéutico, cerró aquella farmacia, aunque su vida nunca se desligo de Casinos. Gracias Familia Cholvi, por todo lo que nos disteis.
Su despedida, hizo que se abriera una nueva puerta y un nuevo y joven farmacéutico: D. José Cremades Laparra, al que todos hemos conocido primero en la plaza, después en la calle Mayor y finalmente en la Avenida de Valencia.
Las personas estamos de paso, las obras permanecen y entre todos hacemos un pueblo más dinámico y más moderno, porque en definitiva la historia se escribe con hechos.
José Salvador Murgui Soriano
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Cronista Oficial de Casinos.
Académico de la RACV.