La localidad de
Chiva
, una de las más afectadas en esta
terrible tragedia de la riada que ha causado ya 218 muertos y alrededor de 1.800
desaparecidos, constaba como uno de los municipios con
riesgo bajo por
inundación de origen fluvial, según datos de la
Agencia Valenciana de Seguridad
y Respuesta a la Emergencias (AVSRE), coordinada por la Conselleria de Justicia
e Interior de la Generalitat Valenciana.
Hacia finales de agosto comenzó la Campaña de Prevención de
Inundaciones para informar a los ayuntamientos de los procedimientos de actuación
frente a este riesgo, así como la importancia de actualizar y aplicar correctamente
los planes de actuación municipal para garantizar una respuesta rápida y
eficaz.
El
Plan Especial
frente al riesgo de inundaciones de la
Generalitat Valenciana, impulsado en 1996 y aprobado en su versión inicial en
1999 tiene como objetivo principal "garantizar la actuación rápida, eficaz y
coordinada de los recursos públicos o privados en situaciones de emergencias
por inundaciones y minimizar sus consecuencias", con el fin de proteger a la
población y minimizar los daños económicos y medioambientales que estos eventos
climáticos puedan causar.
En las
comarcas del interior
de la provincia de Valencia,
La
Plana de Utiel-Requena, la Hoya de Buñol-Chiva y el Valle de Ayora-Cofrentes solo
siete localidades tienen la obligación de tener un Plan Especial frente al
riesgo de inundaciones de los 25 que las componen. Esas localidades son
Requena
y Utiel siendo las únicas con
riesgo alto
;
Camporrobles, Siete Aguas, Alborache
y Ayora con riesgo medio y
Chiva, Cheste, Chera, Sinarcas, Venta del Moro,
Caudete de las Fuentes, Villargordo del Cabriel, Fuenterrobles, Godelleta,
Buñol, Yátova, Macastre, Dos Aguas, Cortes de Pallás, Cofrentes, Jalance, Jarafuel, Zarra y Teresa de Cofrentes con riesgo bajo. En el caso de Requena
solo está el proyecto elaborado, Alborache, Ayora y Siete Aguas solo aprobado y
en Utiel, Camporrobles y Caudete de las Fuentes homologado.
Esta información fue publicada en un reportaje en la edición en papel de octubre de El Periódico de Aquí, puedes leerlo aquí
Godelleta y Chiva constaban como unos de los municipios con riesgo bajo ante las inundaciones.
Tras varias revisiones en profundidad en 2010 y 2020, el
Plan Especial frente al riesgo de inundaciones estableció un total de 227
municipios de la Comunitat Valenciana con riesgo alto y medio de inundación.
Este plan, que forma parte de la estrategia de Protección Civil a nivel
autonómico, se basa en una metodología que utiliza la cartografía de
peligrosidad de inundación ya existente, como la establecida por el Plan de
Acción Territorial sobre prevención de riesgo de inundación en la Comunitat
Valenciana (PATRICOVA).
Según los datos facilitados por Emergencias a este periódico
con fecha 26 de septiembre de 2024, solo el 55% de los municipios de la
provincia obligados a tener un PAM IN cuentan con la homologación de la
Comisión de Protección Civil de la Comunitat Valenciana. Entre ellos, la
capital, cuyo plan fue homologado en noviembre de 2018.
Catástrofe en Chiva
En Chiva hay al menos siete fallecidos tras el paso de la
DANA, varios desaparecidos y múltiples daños materiales, entre ellos varios
puentes, guardarraíles arrastrados y muchos troncos de árboles cortados de raíz
y atascados en diversos puntos de los alrededores del pueblo.
Tras el
episodio de lluvias de ayer se ha producido un nuevo desprendimiento del
edificio de la Mutua de Chiva. El edificio ya estaba muy afectado por la DANA
de la semana pasada y ya estaba desalojado, ante la alerta meteorológica decretada
ayer tarde. Además, se había procedido a desalojar todas las viviendas con
problemas estructurales de la calle Antonio Machado. Aproximadamente una docena
de vecinos fueron realojados en casa de vecinos y familiares.
Por todo ello, hoy
desde el Ayuntamiento se ha intensificado la labor de revisión del estado de
viviendas y edificios del núcleo urbano de Chiva por parte de arquitectos y
técnicos municipales. En este sentido, la alcaldesa de Chiva, Amparo Fort, ha
hecho un llamamiento a que se incorporen arquitectos e ingenieros voluntarios
que permitan agilizar esta labor, además de personal de construcción capaz de
colaborar en el apuntalamiento de estructuras.