Condenado por ejercer como podólogo sin titulación en un centro de mayores de Riba-roja de Túria

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Llíria (Valencia) ha condenado como autor de un delito de intrusismo a un hombre que ofrecía sus servicios como podólogo en el Centro de Mayores de Riba-roja y carecía de la titulación universitaria y de la colegiación obligatoria que requiere esta profesión sanitaria.

El Colegio Oficial de Podología de la Comunitat Valenciana (Icopcv) interpuso una querella contra esta persona, que ejercía las tareas propias de esta profesión sin disponer del Grado en Podología, y que ha sido condenado a la pena de una multa de ocho meses, con una cuota diaria de seis euros, según indica la sentencia, que es firme y contra la que no cabe recurso alguno.

Según un comunicado del Icopv, en el fallo se declara probado, por conformidad de las partes, que el acusado, con la finalidad de "obtener un lucro a costa de lo ajeno, y careciendo de la titulación y de la habilitación para ejercer la profesión de podología, no estando colegiado en ningún colegio profesional, se hizo pasar por podólogo, realizando actos propios de la profesión en el Centro de Mayores de Riba-roja de Túria".

El presidente del Icopv, Antonio Viana, ha destacado que el intrusismo "continúa siendo uno de los grandes problemas de la Podología. Falsos podólogos actúan tanto en centros de mayores, como haciendo atención domiciliaria, como en centros de estética, por ejemplo".

"Esto es un grave problema", ha destacado Viana, quien ha añadido que, por ello, el departamento jurídico de la entidad colegial "continuará combatiendo este tipo de acciones delictivas y cada nueva condena es un paso más en esta tarea".

Según ha indicado, el hecho de combatir el intrusismo "es una necesidad en relación a nuestra profesión y, por supuesto, de cara a los pacientes. Han de tener garantizado que esta labor sanitaria únicamente es realizada por profesionales titulados y cualificados".

Ha destacado que, para ello, la labor de la Conselleria de Sanidad y de la Generalitat "es esencial, porque si la Podología formara parte del sistema público de salud estas acciones se reducirían drásticamente".

Desde el Icopv se ha recordado que para garantizar que se recibe la atención de un profesional de la Podología "hay que asegurarse de que la clínica donde vamos a ser tratarnos dispone de número de registro sanitario y el podólogo está colegiado".