La operación,
denominada "Crumbs", se inició hace un año cuando los agentes
tuvieron conocimiento de posibles irregularidades en pólizas de seguros a través
de una denuncia presentada en el puesto principal de Paiporta.
Tras las primeras
indagaciones, se pudo constatar que en la póliza de seguro de hogar del
denunciante se habían estado realizando cambios durante el año de vigencia y se
había modificado la cuenta bancaria beneficiaria de la contratista.
Los agentes pudieron
determinar que había un patrón donde un tercero ajeno a la denunciante se hacía
pasar por su marido y solicitaba el cambio de la cuenta bancaria beneficiaria
para posteriormente dar parte a la compañía de seguros. Para ello, aportaba
imágenes de los presuntos siniestros y facturas de reparación.
Una vez se ingresaba
el importe de los siniestros, éste tercero volvía a cambiar la cuenta
beneficiaria para mantener la situación inicial de la denunciante, mientras que
ella era totalmente ajena a lo ocurrido.
Con el avance de la
investigación, los agentes comprobaron que había una vinculación del
intermediario de seguros y su expareja sentimental, que también habría usado su
cuenta para ser beneficiaria de siniestros ficticios. Además, se comprobó que
existía una empresa de reformas vinculada a los hechos que facturaba
determinados trabajos que eran imposible que se pudieran haber hecho.
Se analizaron todos
los siniestros de la compañía que guardaban relación con estos hechos. Los
agentes pudieron constatar que había imágenes de siniestros que eran
reutilizadas (hasta en seis ocasiones se usó la misma imagen) para dar parte al
seguro.
Fruto de las labores
de investigación se pudo descubrir que existían dos pólizas de seguros de
ahorro en las que los autores habían engañado a dos personas para que estas
cambiasen en sus pólizas y la cuenta a la que ingresaban los aportes
económicos. De tal modo, mientras que estas pensaban que estaban guardando sus
ahorros dentro de la póliza, la realidad era que los ingresos iban directamente
a la cuenta beneficiaria de los cabecillas.
Asimismo, el equipo
investigador pudo saber que el hombre había ejercido como intermediario de
seguros en el pasado y por ello había obtenido conocimiento e identidades de
terceras personas.
Tanto él como su
expareja habrían estado recibiendo grandes aportes económicos en sus cuentas
procedentes de las compañías de seguros, llegándose a cuantificar en casi
200000 euros el beneficio obtenido fraudulentamente, si bien este dinero era
movido a través de terceros afines a ellos para dificultar su rastreo y
blanquearlo.
La cúpula de la trama
la formaban dos personas que eran los cabecillas, mientras que otras se
dedicaban a la elaboración de facturas falsas a través de su empresa y tres personas
blanqueaban el dinero.
A finales del mes de
junio, los investigadores realizaron cuatro registros en las localidades de
Almassera y Valencia. En los mismos se intervinieron 12 cajas con documentación
relacionada: facturas falsas, cuentas bancarias e identidades de personas.
Además, de equipos informáticos, teléfonos, cuños de empresas de reformas
ficticias, tarjetas falsas de corredor de seguros, relojes fruto del blanqueo,
más de 3000 euros en efectivo y 1 kilogramo de marihuana.
La operación culminó
con la detención de 3 hombres y 3 mujeres con edades comprendidas entre los 44
y 59 años y de nacionalidad española. Y se investiga, además a una persona
jurídica.
A todos ellos se les
imputa un delito de pertenencia a organización criminal, dos de estafa
continuada, blanqueo de capitales continuado, falsificación de documento
mercantil continuado y 24 de usurpación de estado civil.
Finalmente, los
agentes pudieron comprobar que hay un total de 24 personas afectadas por la
trama descubierta con la obtención fraudulenta de casi 200.000 euros desde el
2018 hasta la actualidad.
La operación ha sido
llevada a cabo por agentes del Puesto Principal de Paiporta y las diligencias
han sido entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1
de Torrente.