El comercio minorista sigue siendo un pilar clave en la economía de la ciudad de Valencia. Así lo refleja el informe presentado esta mañana en el Ayuntamiento por la escuela de negocios ESIC, que constata que el sector ha crecido un 6,3% en número de establecimientos entre 2021 y 2024, y que ya representa el 5,1% del PIB regional.
El concejal de Comercio, Santiago Ballester, ha abierto la rueda de prensa destacando la utilidad del estudio como herramienta para la toma de decisiones desde el gobierno local. "Necesitamos datos reales, contrastados, que nos ayuden a entender qué está ocurriendo en el comercio local y cómo podemos acompañarlo en este proceso de transformación", ha señalado.
El informe ha sido elaborado por el Departamento de Investigación de ESIC Valencia, y ha sido presentado por su directora, María Guijarro, quien ha definido el análisis como "exhaustivo y multidimensional", abarcando desde la evolución histórica del comercio minorista hasta las proyecciones futuras. Además, le acompañaban en el estudio las investigadoras Mabel Pisa, Esther Pagan y Paula Nieto.
Entre las principales conclusiones, destaca el dinamismo económico de la ciudad, con un crecimiento del 3% durante los dos primeros trimestres de 2024 impulsado por el turismo, el consumo interno y la estabilidad del mercado laboral. En este contexto, barrios como L'Eixample y Ciutat Vella lideran la concentración y el crecimiento comercial, seguidos por zonas en recuperación como Benicalap o L'Olivereta, mientras que otras, como Poblats Marítims, muestran una tendencia negativa acumulada.
Además, el estudio detecta un desplazamiento progresivo del comercio hacia la periferia, en parte motivado por el encarecimiento del metro cuadrado en zonas centrales. En barrios como L'Eixample o Ciutat Vella, el precio del suelo ha aumentado más de un 42% entre 2021 y 2023, dificultando la sostenibilidad de pequeños comercios tradicionales.
La transformación digital también ha centrado parte del análisis. Guijarro ha advertido de que "una de cada cinco empresas permanece al margen de la digitalización", y que entre los principales obstáculos se encuentran la resistencia al cambio (43%) y la falta de presupuesto (41%). Aun así, iniciativas como Valencia Activa y Comtur VLC 4.0 han permitido digitalizar más de 250 negocios, generando aumentos del 25% en sus ventas online.
Respecto al perfil del consumidor, el informe subraya la diversidad generacional como un factor clave. Las generaciones Y y Z ya representan el 20% del mercado, y priorizan la inmediatez, la sostenibilidad y las compras online. El 60% de los consumidores valencianos realiza compras digitales, la mayoría a través del teléfono móvil, lo que obliga a los comercios a adaptar sus canales y estrategias.
Guijarro ha defendido que la digitalización debe entenderse como una oportunidad más que como una amenaza: "No se trata de sustituir lo presencial, sino de complementar y mejorar la experiencia de compra. El consumidor de hoy busca cercanía, valores y facilidad".
El informe concluye con una llamada a la acción: impulsar la formación tecnológica, fomentar la diversificación de canales y proteger el equilibrio entre crecimiento turístico y sostenibilidad urbana. "El pequeño comercio sigue siendo el alma de los barrios y necesita un entorno propicio para seguir siéndolo", ha afirmado Ballester.