La concejala socialista Elisa Valía ha anunciado que el Grupo Municipal Socialista denunciará al gobierno de María José Catalá ante el Síndic de Greuges "por ordenar la tala indiscriminada de más de 7.500 árboles de la ciudad por una supuesta plaga de cochinilla sin ningún tipo de informe técnico que justifique este arboricidio, en plena crisis climática y cuando, además, València debería ejercer como Capital Verde Europea. Es una auténtica barbaridad y vamos a exigir responsabilidades por este ataque sin precedentes a la masa verde de nuestros barrios".
Elisa Valía afirma que no consta en el Ayuntamiento de València ningún informe técnico ni externo ni de los propios servicios municipales al respecto por lo que considera que la tala de los árboles ha de ser una decisión discrecional de la propia Catalá. "Una vez examinada toda la documentación, sabemos que la decisión de derribar miles de melias y acacias por toda la ciudad no está basada en ninguna recomendación técnica porque no existe expediente ninguno relacionado con la tala por cochinilla", ha apuntado.
"No nos podemos imaginar en qué momento María José Catalá ha pensado que, en plena crisis climática y cuando València debería ser el faro de las políticas verdes de toda Europa, talar miles y miles de árboles injustificadamente era una buena idea. Por eso, como Grupo Socialista vamos a trasladar toda la información al Síndic de Greuges para que frene esta drástica decisión que va a tener consecuencias irreversibles para todos los barrios", ha añadido.
La concejala socialista, igualmente, ha anunciado que paralelamente a la denuncia al Síndic de Greuges, los socialistas presentarán una interpelación a María José Catalá en el próximo pleno para que explique "por qué tiene esta profunda animadversión a las políticas verdes. En un solo año ha demostrado que tiene una irrefrenable necesidad de descartar todas las medidas y acciones que nos han convertido en Capital Verde Europea. Por eso, ha descartado proyectos tan importantes como la renaturalización de la avenida del Puerto, de Guillem de Castro, de Ausiàs March o ha rechazado el Corredor Verde para poder introducir cuatro carriles para coches", ha insistido.
"No es un hecho aislado. Su máxima preocupación durante su primer año en el Ayuntamiento es volverle a abrir paso al coche en las zonas que ya estaban peatonalizadas, recuperando contaminación y rechazando los nuevos espacios verdes que estaban previstos por el anterior gobierno progresista. Y ahora, como remate, ha decidido eliminar 7.500 árboles de nuestras calles", ha finalizado.