El puente sobre el barranco del Poyo (o de Chiva), que une Catarroja y Massanassa sigue destrozado, 80 días después de la riada del 29 de octubre, con un carril de circulación inhabilitado. La fuerza del agua arrancó un tramo de barandillas de ambos lados, que se ha cubierto con vallas provisionales, y hundió parte del firme de la calzada.
Una señalización de alerta de estrechamiento de calzada es lo que informa a los conductores para que cedan el paso, sin un semáforo provisional ni otro elemento que regule el tráfico. Precisamente, el puente une las localidades por la carretera principal, que registra un intenso tráfico diario, con los autobuses que realizan el trayecto hasta Valencia y vehículos pesados.
Los peatones tampoco lo tienen fácil para cruzar de un pueblo a otro, con una sola acera habilitada y el peligro de las vallas. Esta situación ha provocado las críticas, tanto de vecinos de Catarroja y Massanassa como de grupos políticos, que aluden a la nula "normalidad" en la que se encuentran las localidades.
Denuncias de Compromís
Compromís per Catarroja ha denunciado la inacción sobre el puente en sus redes, haciendo alusión a las visitas de esta semana tanto de la ministra Diana Morant, como del president de la Generalitat, Carlos Mazón.
La formación critica que Catarroja "parece que se haya convertido en el escenario perfecto para hacerse fotos" y que las autoridades se vayan "sin conocer la realidad de nuestro pueblo" y sin visitar otras zonas para comprobar el estado en el que se encuentra la población o "ayudar".
En este sentido, aluden a los trabajadores de Bienestar Social, "que les hubieran informado de la situación de los vecinos" o, el instituto Berenguer Dalmau, "aún abandonado y con el alumnado de la ESO en casa, esperando una solución".
Los ediles los invitan a recorrer los parques y jardines, los edificios culturales, los garajes llenos de lodo, o el polígono industrial para conocer realmente las necesidades de una localidad que ha sufrido de lleno los efectos de la riada y donde todavía queda mucho trabajo para recuperar la normalidad.