¿Cómo ha sido la llegada al Ayuntamiento?
Se trata de un reto enorme. Gestionar la hacienda de la ciudad de València es una responsabilidad gigantesca que afronto con mucha humildad y desde el privilegio de poder continuar el trabajo de Ramón Vilar. Eso lo hace todo más fácil, porque la línea de gestión que se ha llevado hasta la fecha ha sido brillante.
¿Es necesario que jóvenes como usted vayan llegando a las instituciones?
Siempre han existido responsables políticos jóvenes. Es algo cíclico. Los primeros ayuntamientos democráticos o las instituciones autonómicas se pusieron en marcha con un alto porcentaje de jóvenes. No es tanto que sea imprescindible que haya perfiles de una edad o de otra, sino que exista una representatividad intergeneracional.
Va a recoger el testigo de Ramón vilar, con quien ya trabajaba como asesor. ¿Quiere seguir la misma línea de trabajo?
Ramón Vilar es irreemplazable. Lo es como compañero, como gestor y especialmente como persona. Yo he tenido la inmensa suerte de trabajar con él, pero también de ser su amigo. En uno y en el otro aspecto es insustituible. De hecho, su trabajo ha sido unánimemente reconocido y seguir esa línea de trabajo es un privilegio. Otro aspecto es la mejora constante, tanto él como yo mismo somos socialdemócratas y eso quiere decir ser incrementalista y poco doctrinario. Seguir su línea es estar abierto siempre a mejorar.
¿Cuáles quiere que sean sus primeras grandes medidas con nombre propio?
No tengo la pretensión de ponerle nombre propio a nada. Esto es un trabajo colectivo. Ahora nos enfrentamos a unos presupuestos muy complicados en los que tenemos que compaginar unas cuentas de reconstrucción con la caída de ingresos por la COVID. El objetivo debe ser conseguir la reedición del acuerdo del pacto de reconstrucción en los presupuestos.
¿Cuáles van a ser los puntos fuertes de los primeros presupuestos post Covid-19?
Hay tres elementos fundamentales que además han sido avalados por todos los grupos políticos, menos la extrema derecha. La reparación social, la reconstrucción económica y una ciudad que recupere espacios públicos y sea más humana y resiliente. Los ejes están claros y son compartidos, hay que tener la valentía política de salir de la polarización y llegar a un acuerdo.
Rebajar la presión fiscal es una de las demandas de la oposición ¿Se plantea el Consistorio la bajada de impuestos?
Bajar los impuestos significa tener menos recursos para todos los objetivos anteriores y en esta situación sería muy injusto con quienes más necesitan lo público y muy poco productivo para el sector económico, que necesita un impulso potente en los próximos años. El planteamiento que hacen es que bajemos impuestos a quien puede pagarlos y callan la segunda parte, que sería a costa de reducir el apoyo a quien lo necesita. Ese planteamiento es profundamente injusto, pero además es contrario a lo que están recomendando todas las instituciones económicas.
La relación entre Compromís-PSPV en el Ayuntamiento sigue tensa por el conflicto en la EMT. ¿Qué le parece la manera de actuar del PSPV ante el robo de 4 millones de euros?
No creo que nadie deba permitir que un problema en la EMT se convierta en un problema en el Gobierno. El interés de todos en la Comisión de Investigación tiene que ser clarificar los hechos y tomar las medidas para impedir que se pueda repetir la perdida de 4 millones de euros. Todos los partidos y especialmente los de Gobierno debemos estar alineados en eso. En este caso el PSPV ha tenido una actitud intachable. Propuso la Comisión de Investigación, preside dicha Comisión y ha puesto encima de la mesa que acatará el informe de la misma.
¿Cómo le gustaría ser recordado el día que le toque dejar el cargo en el Ayuntamiento de valència?
A todo el mundo le gustaría ser recordado como un buen gestor, una persona eficiente, que dejó sus responsabilidades mejor que las encontró,pero creo que por encima de todo eso está ser recordado como escuché que definieron a Ramón hace unos días; como una buena persona.