Vista general de la entrada principal de planta de Ford en Almussafes (Valencia). EFE-Kai FörsterlingLa dirección de Ford y la representación legal de los trabajadores han alcanzado este viernes un acuerdo para la aplicación de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que afectará a toda la plantilla durante los próximos dos años, con el 90 % de los salarios garantizados.
Según ha informado la compañía, el desarrollo del mecanismo RED en la planta de Almussafes (Valencia) contempla paros en la producción de vehículos durante 80 días y en la de motores durante 50.
El ERTE afectará a toda la plantilla -4.142 trabajadores- de manera rotatoria, tras haberse detectado recientemente un excedente de 996 empleados, y se desarrollará a partir del 1 de enero durante dos años, hasta el lanzamiento en 2027 de un nuevo vehículo multienergía (híbrido) anunciado por la multinacional.
Los empleados mantendrán su empleo, el 90 % del salario y la totalidad de vacaciones, antigüedad y pagas extra, según ha informado el sindicato UGT, mayoritario en la empresa.
El mecanismo RED aprobado por el Gobierno se acompañará de un programa de la Generalitat para la formación y recualificación de los trabajadores de Ford, que permitirá desarrollar un plan conjunto de transición que reduzca el impacto en los empleados y proveedores de Ford y contribuirá a la consecución de los objetivos de inversión, actividad productiva y mantenimiento del empleo de Ford y su entorno industrial, según la compañía.
Este mecanismo RED se activa para un sector concreto de la economía o por un ciclo temporal determinado y permite a las empresas suspender temporalmente el contrato de trabajo o reducir la jornada de los trabajadores, que durante ese tiempo reciben protección social.
Para acogerse al mecanismo, las empresas deben presentar un plan de recualificación de sus trabajadores que debe tener por objetivo la mejora de sus competencias profesionales y su empleabilidad ante el cambio del sistema productivo.
Las acciones formativas deberán estar relacionadas, entre otros, con los retos derivados de la transición tecnológica, tales como el uso de nuevas tecnologías o la fabricación de vehículos híbridos y eléctricos.
La factoría de Almussafes ha estado aplicando sucesivos ERTE en los últimos años por los ceses de producción de varios modelos y circunstancias como la pandemia de la covid-19 y las consecuencias de la Dana, que obligó esta última a un ERTE de fuerza mayor durante el mes de noviembre.
