¿Qué valoración hace de tus años en la alcaldía?
La valoración es muy positiva, estamos recuperándonos de unos cuatro años anteriores bastante negativos para el municipio a todos los niveles. A niveles de inversión, hemos sido capaces de ejecutar todos los planes que quedaron pendientes de la anterior legislatura y otras subvenciones importantes que son más difíciles de ejecutar como por ejemplo la restauración de la Torre del Telégrafo, entre otros. Se ha recuperado el ambiente normal que tiene que tener un municipio como Villargordo, un municipio pequeño que lo mínimo que se merece es estabilidad.
¿Qué decadencias vio nada más entrar?
Faltaban muchas cosas, pero sobre todo trabajo, falta de personal en el Ayuntamiento, todo ello va ligado a la estabilidad política. Si un alcalde o un gobierno no ofrece al personal esa estabilidad, es muy complicado que sigan ese camino. También faltaba miras por el pueblo. No sé en qué interés se ha buscado hacer los proyectos, pero hemos visto cuatro años donde han pasado de todo y no se ha hecho prácticamente nada.
¿Cuál es la sensación que tiene de la población?
La sensación en general es positiva, aunque como todo, tiene que haber gente más favorable y menos favorable y eso es sano, es la democracia. Al menos, hemos recuperado esa concordia y ese sentido de que tenemos que creer en Villargordo para que esto salga adelante. Si tenemos con la ciudadanía un punto muy contrario como pasaba con la anterior legislatura, el pueblo estaría condenado poco a poco a ir menguando. Aunque tenemos dificultades como las que tienen todos los pequeños municipios, esa unión de todos nosotros estoy percibiéndola.
¿Cómo es trabajar con tu equipo de gobierno?
Estoy muy contento. El grupo que conseguimos presentar a la candidatura era un grupo dentro de la diversidad, porque hay personas prácticamente de todo tipo, me atrevería a decir que también de distintas ideologías, aunque evidentemente todos bajo las siglas del Partido Popular. Tenemos perfiles muy distintos, cada uno desde su posición aporta y les agradezco mucho el trabajo que hacen diariamente tanto concejales como no concejales que también están ahí al pie del cañón porque para un pueblo donde realmente la remuneración es poquita, tener un equipo así te lo pone más fácil.
¿Qué proyectos o iniciativas trabaja Villargordo para combatir la despoblación?
Desde la campaña electoral y ahora con más experiencia seguimos en la línea de que tenemos que ser un municipio que trabaje en dos bandas. Por un lado, tratar de mantener los servicios mínimos del día a día y para ello el ayuntamiento tiene que apostar por ello. Apostamos por crear, miramos la opción de habilitar un lugar para un coworking, también incentivar actividades deportivas prácticamente a diario y a día de hoy gratuitas. El consistorio tiene que dar servicios y acompañar a las empresas. Igual es casualidad o no, pero desde que estamos en el gobierno, hay empresas interesadas por Villargordo como municipio para apostar. Y, por otro lado, ir encaminándonos a que somos turísticos, un municipio de fin de semana. El potencial de las Hoces del Cabriel pasa por aquí, en términos paisajísticos y medioambientes apostamos por ello como motor económico.
¿Nota el apoyo de las instituciones que están por encima en términos turísticos?
Totalmente. Estamos muy agradecidos porque tanto la Diputación de la mano del presidente Vicent Mompó y con la compañía del resto de diputados están actuando como ellos son y prometieron que es siendo muy cercanos. Hemos recibido muchas visitas de diputados y también de parte de la Generalitat. Quieren conocer las posibilidades que tenemos aquí que son un valor incalculable. La materia prima es lo más difícil de conseguir. Las acciones que la rodean se pueden conseguir o no, depende de la línea que puede llevar un gobierno u otro, pero si no tiene materia prima es muy complicado actuar en términos turísticos. Desde el Ayuntamiento y todos nosotros debemos ponernos a la altura del paisaje del que disfrutamos y del parque natural que es una preciosidad y un activo turístico importante.
¿Es necesario que haya ese sentido de pertinencia para mostrar todo ese orgullo?
Sin ninguna duda. Tenemos una marca turística, 'Villargordo del Cabriel, un Caudal de emociones', en breve saldrán unas actuaciones en esa línea. Tenemos potencial en Valencia y Madrid y para que nos compren la marca en otros municipios y ciudades nos la tenemos que creer primero nosotros. El primer paso es creérnoslo porque apostamos por el turismo y esta marca sirve como agente de desarrollo.
A los alcaldes no os gusta mucho el término 'España vaciada'. ¿Qué opina de ello?
Es una triste realidad. Es verdad que dentro de término hay pueblos y pueblos. Aquí estamos todavía en ese umbral de que no estamos en riesgo máximo. Desde las instituciones lo que tienen que hacer, porque tanto por mis estudios como por mi carrera profesional he estado muy ligado a la vivienda, es repoblar los pueblos como Villargordo, es una iniciativa fundamental para desahogar las grandes ciudades que estamos llegando a un límite que es imposible. Es un problema. Deseo y espero que las instituciones apuesten por esta iniciativa de traer gente de la ciudad a los municipios porque es beneficioso tanto para las ciudades como para los pueblos.
¿Considera que hay éxodo regular en este caso?
Aquí sigue habiéndolo y es motivado en gran parte porque estamos muy cerquita de Valencia, tanto en tiempo como con una facilidad que es la A3 que nos ayuda a tener esa conexión. Evidentemente, sobre todo la gente joven busca las oportunidades en la ciudad, que es bueno, y no lo veo negativo, pero lo importante es que una vez acaben los estudios, que tengan Villargordo como una opción para vivir, sería lo fenomenal. Pero si no, para que vengan el fin de semana, que vuelvan. Ese equilibrio también es sano, que la gente se vaya comunicando por la ciudad y el pueblo para traer lo bueno de uno y lo bueno de otro.
Y en cuanto a transporte público y urbano, ¿cómo valora la conexión de esta localidad?
Una de las cosas que se hizo el nuevo gobierno de la Generalitat desde el primer momento es intentar activar la línea que teníamos pendiente de conexión, la que va de Villargordo a Utiel, que era lo básico y lo ultra necesario para que al menos tuviésemos un servicio mínimo. Aun así, todavía falta más. La población de una edad mayor todavía está necesitada de una buena conexión y servicio de transporte. Especialmente con Utiel que es nuestra ciudad de referencia, pero también con Valencia porque hay bastantes desplazamientos. Seguimos trabajando en ello. La gente lo ha cogido de forma positiva porque también veníamos de una época donde no se tenía. La Diputación está trabajando en proyectos de desarrollo de despoblamiento como, por ejemplo, taxis rurales. Hay que complementar esos servicios con iniciativas de este tipo. En este caso lo bueno sería que estuviéramos sobre todo en los pueblos pequeños unidos para ofrecer alternativas puntuales.
También está como vicepresidente en la Mancomunidad del Interior Tierra del Vino...
El trabajo está siendo muy bueno, estoy contento. El espíritu de la Mancomunidad es de unión, independientemente del color político de los pueblos. En este caso sí que vamos todos a una y es como tiene que ser. Tiene que ofrecer los servicios a los que los municipios pequeños por población no podemos llegar y seguir, sobre todo, potenciando todo lo relacionado con servicios sociales, técnicos etc e intentar crecer todos de la mano porque la unión hace la fuerza y la Mancomunidad unida tiene poder. Y con el presidente, Luisfran López, que para mí es un amigo más que un compañero político, es una persona ideal para llevar la presidencia de la entidad por toda su experiencia. En el Ayuntamiento también están realizando un trabajo increíble, es un ejemplo porque hablando a nivel turístico como Venta del Moro que ha sido el municipio que más se ha desarrollado compartiendo con nosotros el paraje de las Hoces del Cabriel. Ellos lo han potenciado bastante más que nosotros, por lo tanto, para mí es un ejemplo y una maravilla poder seguir este viaje político con él.
¿Y sobre la marca turística Tierra Bobal?
Es un proyecto muy bueno. El enfoque es distinto. Es una marca que está muy bien valorada en el exterior, a nivel institucional y nuestro papel es creérnoslo, potenciar los destinos y destacar los puntos de interés turístico para crecer como marca común.
¿Considera que tras la dana, sobre todo en esta comarca, se va a tener mucho más en cuenta consumir productos de la zona?
Espero que sí. Como se suele decir de un grave problema puede surgir una oportunidad y debemos estar ágiles y rápidos para que, tras la reconstrucción de la comarca, aprovechar para que más allá de lo que ha sido siempre la comarca de Utiel-Requena, seamos todavía más conocidos y más visitables. Muchas veces nos cuesta que la gente venga, pero cuando vienen disfrutan del territorio, del paisaje, del vino y de las actividades. Por lo tanto, creo que puede ser una oportunidad para que nos visiten y estoy seguro de que una vez vengan, repetirán y volverán. Está siendo valorado este territorio. Lo mejor es estar en el terreno y ver la realidad. Estoy viendo que ya desde la pandemia mucha gente busca sitios de naturaleza, ruta, despejarnos del día a día de la gran ciudad. Siempre que vemos senderistas en la plaza del pueblo tomando algo es muy agradable. Se le está dando oportunidades a la comarca y a nuestro municipio e irá en aumento. Tenemos que estar en consecuencia activos y ágiles para ofrecer lo que el turista desea.
¿A qué retos se enfrenta Villargordo del Cabriel?
El principal reto hoy en día a nivel ayuntamiento era olvidarnos de estos cuatro años atrás para volver a activar el municipio como se merece. A partir de ahora tenemos que seguir. No diría que reconstruir porque en este momento el término no es el adecuado, pero tenemos que dejar 'bonito' el pueblo. Avanzar con las obras de adoquinado del caso antiguo, estar en consonancia con el potencial que tenemos a nivel medioambiental. Evitar que la gente se vaya ofreciendo servicios y más posibilidades y también tratando de que la iniciativa privada siga apostando por Villargordo. Ha habido movimientos con empresas bastante importantes, que la iniciativa privada sea también el motor del pueblo.
¿Y en cuanto a inversiones?
Vimos necesidades totalmente básicas que acometer desde ya. Reparaciones en tuberías, adoquinado del casco antiguo, ampliación del gimnasio municipal que es un servicio muy demandado y que puede hacer que una persona decida quedarse aquí, llevar a cabo un coworking, queremos establecer en un lugar del municipio un velatorio… A partir de ahí, tenemos una lista de 25 o 30 proyectos que me gustaría acometer cuanto antes. Estoy muy contento con todo porque me ha dolido mucho el Villargordo durante la época pasada, veía que las cosas no salían, eso se notaba en el ambiente, muy enrarecido. Me acuerdo de conversaciones con personal técnico de la Mancomunidad o que han estado trabajando en el ayuntamiento que han pasado muy mala época y ver como ahora todo se ve de otra manera para mí es lo básico. Uno de los proyectos que agradecemos a la Diputación por acoger desde el primer momento es la rehabilitación y puesta en valor de la antigua carretera de Contreras con un presupuesto aproximado de unos tres millones de euros. Tratarán de rehabilitar, pero siempre buscando el enfoque histórico de una carretera que ha sido nexo entre Valencia y Madrid. Cuando se lo planteé desde el primer momento lo cogieron con una ilusión enorme. Para mí va a ser un museo abierto a todos, otro punto en valor turístico fundamental para que la gente venga y pase por aquí.