Un gran despliegue de unidades policiales antidisturbios
controlan esta tarde la zona de la plaza de San Agustín, en pleno centro de
València, para intentar impedir que las más de 300 personas allí concentradas
en apoyo al rapero Pablo Hasél se manifiesten y provoquen incidentes como los
del pasado martes.
Convocados por redes sociales bajo el lema "Estem farts" (Estamos
hartos) a partir de las siete de la tarde, los concentrados han protagonizado
ya enfrentamientos puntuales con los agentes, que han tenido que hacer ya
alguna carga, y se han visto algunas carreras por los aledaños de la zona.
En un manifiesto leído desde un móvil por uno de los concentrados se ha
proclamado que "si quieren guerra, tendrán guerra" porque quienes
acuden a esta protesta están hartos del sistema actual y de "los
poderosos" y "la represión" contra ellos.