Desde hace meses, una parte importante de los miembros del Consell Local Agrari de Alzira viene manifestando su profundo malestar por la actitud inaceptable y provocadora del señor Ricardo Belda, representante de VOX en este órgano. Su comportamiento ha sobrepasado todos los lÃmites de lo tolerable en un espacio que deberÃa estar presidido por el diálogo, el respeto institucional y la defensa del campo.
En la última reunión del Consell, celebrada recientemente, el señor Belda protagonizó un episodio bochornoso que no podemos pasar por alto. En un alarde de prepotencia e intolerancia, llegó a intimidar verbalmente a técnicos municipales del área de agricultura, exigió su expulsión de la sala y lanzó descalificaciones contra el propio asesor del presidente del Consell. Un comportamiento absolutamente inadmisible que atenta contra el normal funcionamiento de una institución plural y representativa.
No es la primera vez que Ricardo Belda actúa de forma beligerante. Su relación con el sector agrario local está marcada por los continuos enfrentamientos, desplantes y salidas de tono. Lejos de contribuir a buscar soluciones a los múltiples problemas que sufre la agricultura de Alzira, su actitud solo genera crispación, conflictos personales y una atmósfera irrespirable para quienes realmente queremos trabajar por el bien común del campo de Alzira.
Esta forma de actuar, más propia de un déspota autoritario que de un representante sectorial, resulta ofensiva para los agricultores, las entidades cooperativas, los técnicos y todos los miembros del Consell que, de manera seria y comprometida, acuden a aportar propuestas, experiencia y soluciones.
Por todo ello, solicitamos públicamente que se valore con urgencia la sustitución del señor Ricardo Belda como miembro del Consell Local Agrari de Alzira. No se puede mantener en este órgano a una persona cuya única aportación ha sido la confrontación, la falta de respeto y el desprecio hacia el trabajo de los demás.
La agricultura de Alzira merece representantes que sumen, no que resten. Es hora de poner fin a esta deriva autoritaria y recuperar un Consell al servicio de los agricultores y no de los egos personales.