Vista general de los trabajos de limpieza en el barranco del Poyo a su paso por Paiporta en una imagen de archivo. EFE-Ana Escobar -Archivo
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha declarado como "obra de emergencia" la reparación de daños en el barranco del Poyo ocasionados por la dana del pasado 29 de octubre, con una inversión de cerca de 20 millones de euros.
Los trabajos, que se iniciarán en las próximas semanas, se centrarán en la reconstrucción, refuerzo y saneamiento de los taludes más afectados en los términos municipales de Picanya, Paiporta, Massanassa y Catarroja, informa la CHJ.
La actuación cuenta con un presupuesto que ronda los 20 millones de euros y permitirá reparar los daños causados en el barranco a lo largo de, aproximadamente, siete kilómetros, desde la localidad de Picanya hasta el cruce con la Pista de Silla, en Catarroja.
También se van a realizar otras labores como la retirada de residuos obstructivos o la adecuación de los accesos actuales al barranco.
Todos estos trabajos se harán en coordinación y comunicación constante con los ayuntamientos, con la premisa de optimizar los recursos y avanzar con la mayor celeridad posible.
El CHJ va a centrar sus esfuerzos en el refuerzo de las riberas del barranco que han sufrido descalces y que corren mayor riesgo de erosión.
Al mismo tiempo, se va a reparar los daños en las motas de protección y se va a proceder a reconstruir las que han quedado completamente destruidas.
También se va a poner en marcha trabajos auscultación de los sistemas de contención existentes para comprobar su estado y su posible aprovechamiento.
La prioridad de la actuación pasa por reparar, reconstruir y reforzar los taludes más vulnerables con el objetivo de mejorar su comportamiento frente a futuras avenidas.
Para ello, se mejorará la estabilidad de los taludes, que mantendrán su estructura, pero que ahora estarán formados por una escollera y material drenante que mejorará su sujeción.
En este punto, la intención de la Confederación es la de reutilizar, en la medida de lo posible, algunos de los elementos presentes en el cauce para estabilizar los márgenes.
AsÃ, las pilas de hormigón de los puentes que se llevó por delante la fuerza del agua entre Picanya y Paiporta, podrÃan ser utilizadas como material drenante en los taludes después de ser procesadas.
En el caso de los tramos de barranco que cuentan con muros hormigonados, primero se evaluarán los daños para valorar qué tipo de actuaciones se deben desarrollar.
En algunos puntos solo habrá que reforzar los muros, mientras que en las zonas más afectadas se optará por su reconstrucción completa, añaden desde la CHJ.
Este organismo sigue asimismo trabajando en la reparación de los daños de elevada magnitud ocasionados, tanto en el dominio público hidráulico como en las infraestructuras hÃdricas, por las inundaciones producidas como consecuencia de la dana, concretamente en buena parte de las poblaciones de las comarcas de l'Horta Sud, la Plana de Utiel-Requena, La Hoya de Buñol, La Ribera Alta, El Camp del Turia, la Ribera Baja y Los Serranos.
A dÃa de hoy, se están ejecutando ya siete obras de emergencia que afectan a infraestructuras o zonas afectadas, en el ámbito de la Demarcación Hidrográfica del Júcar, que se han considerado prioritarias para su intervención inmediata.
Paralelamente a estas obras de emergencia, la ComisarÃa de Aguas ha actuado ya en los principales cauces afectados en toda la provincia de Valencia, realizando tareas de reparación, conservación y mantenimiento.
La mayorÃa de estas actuaciones han consistido en la retirada de desprendimientos y elementos obstructivos de los cauces mediante arrastres a lugares expresamente habilitados o mediante la trituración de residuos finos.
También se están liberando los ojos de los puentes afectados por tapones y se están llevando a cabo reparaciones de cajeros y motas dañadas durante este episodio de avenidas extraordinarias.
Los sensores de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) registraron un caudal de 2.282,90 metros cúbicos por segundo y un nivel de 4,9 metros en la rambla del Poyo a la altura de Riba-roja de Túria la tarde del 29 de octubre (18:55 horas) antes de ser arrastrados, según un informe elaborado por este organismo.
Un poco más al norte, en el cauce del Túria, los sensores indicaron -también antes de desaparecer- que el Túria alcanzó 1.756,3 metros cúbicos por segundo y una altura de 6,15 metros a su paso por Manises y de 8,2 metros en Bugarra.
Estas dos magnitudes, junto con la inédita crecida del Magro, que alcanzó los 5,46 metros de altura en Guadassuar, antes de hacer desaparecer los indicadores de la CHJ, dan idea de la brutalidad de las avenidas.
El aumento de caudal del Magro llenó el embalse de Forata en 12 horas. A las 8:30 horas del 29 de octubre este embalse acumulaba 5,46 hectómetros cúbicos y alcanzó los 39,46.
Los embalses de la CHJ acumularon entre el 29 de octubre y el 4 de noviembre de 2024 un total de 194,48 hectómetros cúbicos, de los cuales casi el 60 % se acumularon en 24 horas.
Según este informe, algunas de las precipitaciones que se llegaron a registrar en la plana de Utiel-Requena, la Hoya de Buñol, la Ribera Alta y Los Serranos, que alcanzaron hasta 771,2 litros por metro cuadrado en 14 horas en TurÃs o máximos de 184 litros en una hora, tienen un periodo estimado de retorno superior a los 2.000 años.
AsÃ, la CHJ concluye que el sistema del Cenia recibió 229 litros por metro cuadrado de media areal entre el 29 de octubre y el 4 de noviembre, el del Júcar 77 l/m² y el del Túria 142 l/m².
La rambla del Poyo se ha estudiado por separado, ya que se le ha calculado una precipitación media areal de 392 litros por metro cúbico en todo el episodio, de los que 367 corresponden únicamente al 29 de octubre.
