Los colores rojo y blanco de la bandera de Perú y la flor de la jara, endémica del Mediterráneo, con sus pétalos blancos o morados y frágiles. Ambos símbolos configuran el emblema de Casa Perú Valencia, una entidad que agrupa a los moradores del país andino en la Comunitat Valenciana y que acaba de inaugurar sede en pleno centro de Valencia, en la calle Baja.
"Es el resultado palpable de un sueño y un esfuerzo. Hemos educado a nuestros hijos en mantener sus raíces y respetar la cultura valenciana", señalaba Janeth Riveros, presidenta de este colectivo, en el acto de apertura.
Definía el nuevo local, que reivindicaban desde hace más de tres años, como "una puerta abierta para Valencia y un punto de encuentro intercultural. Un espacio para seguir tejiendo esta red de hermandad y un puente de solidaridad entre Perú y España".
El colectivo que representa, tal como explicaba a este periódico, aglutina a unas 7.000 personas, aunque "resulta difícil cuantificar por las venidas y marchas continuas". Con este bajo logra abrir su primera sede oficial en la Comunitat Valenciana.
Al acto asistieron autoridades de diferentes administraciones, que fueron invitadas, de manera espontánea, a expresar su opinión sobre lo que veían y sentían. "Enriquecéis nuestra tierra. Habéis emprendido un camino que no ha resultado sencillo. Espero que os sintáis como en casa en estas instalaciones", señalaba Asunción Quizá, secretaria autonómica de Igualdad y Diversidad.
Por su parte, Stephane Soriano, director general de Diversidad, daba la enhorabuena a la comunidad peruana en Valencia por disponer de sede y trasladaba el mérito de la iniciativa a la concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Valencia, Marta Torrado. "Ojalá muchos ayuntamientos tuvieran más Martas Torrado", sentenció.
El director general de Participación y Transparencia, José Salvador Tárrega, profuso conocedor del ámbito de las casas regionales y nacionales por ser competencia pública suya, también intervino para resaltar la importancia de la aportación de "los migrantes que llevan varias generaciones". Más en broma, y respecto a los típicos platos valencianos y peruano de paella y cuy -más centrado en la región de Puno-, señaló que el valor de "emocionarse comiendo ambos. Valencianos somos todos los que queremos ser valencianos, estamos aquí y vivimos aquí".
Por su lado, la antes aludida Marta Torrado especificó que "por fin tenéis una casa. Sabéis que podéis contar con las administraciones y queremos que nos sintáis a vuestro lado. Os acogemos con los brazos abiertos".
La sede inaugurada es propiedad de la empresa municipal Aumsa y ha sido cedida por un "alquiler barato", según comentó posteriormente la propia concejala, "para atender una petición que se arrastraba desde el anterior equipo de gobierno". Representantes de otras nacionalidades y de la Casa del Voluntariado asistieron al evento, que tuvo lugar el pasado 5 de junio.
Con una degustación de cuy y un solemne concierto de piano concluyó la apertura, con el logo y la flor de la jara de fondo, que, como matiza la presidenta del Centro Cultural Casa Perú Valencia, refleja "nuestro enraizamiento en esta tierra". Y qué lugar más castizo para mostrarlo que en el cogollo histórico urbano, en Ciutat Vella.